El aborto de la F4 española no es más que otra muestra del estado comatoso del automovilismo de circuitos en España.
Con muchos trazados de primera categoría y con un buen puñado de pilotos en las máximas categorías de cada competición, cualquiera diría que somos una potencia en esto de girar la tuerca en circuitos. Y sin embargo nada más lejos de la realidad. O al menos somos una potencia, gigante, con pies de barro.
El panorama de competiciones en los circuitos sencillamente no existe. No llega a ser ni desolador. Sólo competiciones internacionales, de las que varias poco a poco van desistiendo de venir aquí, y los puntuales campeonatos regionales. Poco más.
FEDERACIÓN
La Federación, siempre tan atenta a las cosas rimbombantes, no escatimó ‘medios’ para apoyar a la F4 española. Loable iniciativa, la de la F4 y el apoyo de la Federación, pero que, de nuevo, suponía empezar la casa por el tejado. Porque no aprendemos o no queremos aprender.
Tenemos una bonita parcela. Muchos y buenos circuitos, quizá demasiados de categoría alta que al final están infrautilizados, pero en esta parcela imaginaria quedan muy bien. Circuitos además muy repartidos a pesar de que el noroeste tenga carencias.
Pues en esta linda parcela, siguen queriendo empezar las cosas por el tejado. Porque la idea de la F4 podía estar bien. Pero ¿acompañada de qué? Y aquí entra la Federación. Mejor dicho no entra. Mira para otro lado o no hace lo que debe de hacer, que es promocionar.
El karting tiene un costo demencial, para ser karting. Bien. Pero para pasar a circuitos, ya no hablo de alguien que quiera hacer carrera en esto y llegar hasta donde pueda, promociono a bombo y platillo un campeonato que como mínimo te va a costar más de 150.000 euros al año. Estamos locos, pero locos de atar.
PUNTOS DE VISTA
Vamos con los puntos de vista de todo esto. Llega el promotor y dice. Parcela genial, circuitos de lujo. Voy a preparar un campeonato de la F4 esta que parece que está bien.
Vista de la Federación. ¡Qué bien!, categoría FIA, eso nos da visibilidad y figuración, postureo.
Vista del participante ‘profesional’. Categoría, con muchos matices, estándar que me puede pemitir correr en circuitos de fuera. Es cara pero tiene esa contrapartida.
Qué bonito…¿verdad?
Pues no.
El promotor tira adelante pero. ¿Con quién va a cubrir los gastos de los circuitos y de organización? Porque la F4 sería una categoría a integrarse en un fin de semana en el que hubieran varias categorías con las que hacer rentable la cita para todos.
La Federación, que está para PROMOVER el deporte, se lava las manos. No promueve campeonatos monomarca, no propone reglamentaciones que permitan a los amateur simplemente correr y salir a hacer sus carreras en un fin de semana. Y no promueve que se creen campeonatos del tipo que sean.
Es más, torpedea iniciativas que permitirían correr con un monoplaza por menos de 50.000 euros por temporada.
Y el participante al final, se busca otras vías para competir o disfrutar.
Al final se apoya el humo y no lo realmente tangible y que se ajusta más a la situación actual que tenemos.
¿HACE FALTA?
A la vista de todo esto, una pregunta ronda todo el rato. ¿Hace falta realmente un Campeonato de España con 8 ó 10 citas? Campeonato que aglutinara a turismos y monoplazas de distinto pelaje. Pues entran muchos dudas.
Si pensamos en el piloto amateur, parecería suficiente con su campeonato regional. Y si pensamos en pilotos con otras miras, no se paran a pensar en algo que ni existe y que si lo hiciera, muy posiblemente obviarían.
Porque si quieren hacer carrera en esto, rápidamente saltarán a la F3. Las prisas y esas cosas.
En descargo de la Federación hay que apuntar que es muy difícil lograr que 4 ó 5 campeonatos se pongan en marcha a la vez. El problema es que se dejaran morir en su momento, sin sustituir, lo que había. Por supuesto que mucha culpa es de las marcas que no ponen en marcha iniciativas que, y no se explica muy bien, son rentables. Las excusas peregrinas de la cobertura de televisíón y demás, con las nuevas tecnologías hoy en día es una memez, no se sostienen.
Sólo pondré un ejemplo. Y tiene sus peros. El fin de semana que aglutina a varias competiciones al rebufo del británico de Turismos. Aparte de la competición estrella se disputa la Porsche británica. Una Clio y una F.Renault, sí algo pírrica, más dos categorías de la Gineta, una iniciación y otra pata negra. Igual me dejo alguna.
Insisto, es difícil poner en marcha cuatro o cinco categorías a la vez. Pero por algo hay que empezar. Para que cuando llegue una categoría con más enjundia, como pretendía ser la F4, tenga una estructura donde entrar y crecer. Y a la vez hacer crecer al resto.
Hay muchas maneras de hacer monomarcas. Hay muchas maneras de apoyar y promover ideas baratas, Fórmula MRC por ejemplo. Pero también hay que poner voluntad y no solo figurar en las pruebas de altos vuelos.
Mientras los proyectos, mejores o peores, de lujo o más humildes, chocan contra la misma pared. La falta de una estructura en la que irse integrando. Resumiendo. Seguimos teniendo un bonito solar. Pero no deja de ser eso, un solar.
El aborto de la F4 española no es más que otra muestra del estado comatoso del automovilismo de circuitos en España.