Juan Pablo Montoya parece desesperado por seguir en la F1. Tras ser descartado por McLaren, a pesar de que aceptaría una sustancial rebaja de su sueldo, su nombre empezó a sonar por varios equipos. BMW, Renault, Red Bull. BMW no ha dicho esta boca es mía pero está más cerca de seguir con lo que tiene, incluido Kubica, que de reclutar pilotos ajenos. Renault acaba de renovar a Fisichella. El otro asiento es finlandés. Red Bull es el equipo que más ha sonado como destino de Juan Pablo. Pero la realidad es que el equipo de Mateschitz no tiene el menor interés en el colombiano y otra puerta que se le acaba de cerrar es Toyota. La última es que suena para Williams. Esto es lo que nos hace pensar en la desesperación que tiene el piloto por encontrar un asiento medianamente competitivo. A pesar de que Webber no ha llegado a brillar como se esperaba no ha sido lo más mínimo crítico con el equipo y siempre ha resaltado la parte positiva. Algo que en Williams valoran muchísimo. El equipo tiene opciones sobre ambos pilotos y nada parece indicar que no vayan a hacerse efectivas. Esto parece dejar con más de un pié y medio a Montoya fuera de la F1.
Tras lo visto con las renovaciones de Trulli o Fisichella cualquier cosa puede pasar. De todas maneras a Juan Pablo siempre le quedará la CART. Chip Ganassi, su antiguo jefe de equipo, con el que corrió en 1999 y 2000 estaría encantado de volver a contar con el piloto. La maniobra para Ganassi sería importante si llegan a buen puerto las conversaciones para reunificar el mundo de los monoplazas en EEUU. Con la CART y la IRL, Montoya sería una de las principales estrellas mediáticas.