20 de abril de 2006
Bajan las aguas revueltas en Japón. Honda ha arrojado la toalla del campeonato tras tres carreras. Exceptuando 2004, en 2003 y 2005 el campeonato dejó claro que todos los puntos cuentan. Raikkonen habría matado por tres puntos en 2003 y qué decir del año pasado en ciertos momentos. La decisión de parar a Button antes de la meta en Australia le permite, sí, tener opciones de victoria en Ímola, pero deja muy claras las intenciones. Honda ha maravillado en pretemporada, Button ha batido en todas las parrillas a Alonso, pero no se lo creen. ¿Qué pasa con Barrichello?, no se confía en él y además tiene graves problemas con su ingeniero. No creen que Renault y Alonso puedan fallar. Su objetivo es ganar una o dos carreras. Para BMW o Red Bull es un objetivo aceptable, para Honda no. Lo malo, además, es que no tienen las mejores herramientas. Con Rubinho desaparecido, Button no parece el piloto ideal para ganar una carrera. Jenson es un piloto de largo recorrido, ideal para luchar por el título.
En Toyota, tras la marcha de Gascoyne, se puede haber tirado otro año a la basura. Las señales que llegan no son buenas. Esa reclamación de cariño por parte de la FIA no augura nada bueno. Y Super Aguri, que lo están bordando dadas las circunstancias, se encuentra con dos problemas. No parece llegar todo el dinero de Honda que iba a llegar, la llegada del nuevo coche se desplaza a Silverstone como pronto, y Yuji Ide empieza a ser acosado desde todos los frentes. Sakon Yamamoto puede ocupar su plaza pronto, muy pronto. Malas vibraciones llegan de Japón, tan malas como las que recibió Jock Clear, ingeniero de pista de Barrichello, del brasileño. “Cállate”, le espetó por la radio.
El culebrón Schumacher empieza a coger más que cuerpo. Ferrari, Renault, Red Bull, no hay que descartar a BMW. El alemán no suelta prenda, salvo que no se retira o al menos eso parece. En Ferrari están nerviosos. ¿Como se entiende si no que Todt diga que le parece absurdo un posible fichaje del alemán por Renault? Teniendo en cuenta los meritos de Renault y de Ferrari en el pasado más reciente, lo absurdo sería quedarse en la “scuadra”.