Lauda saluda desde el podio de Monza
Tras el dominio de Niki Lauda y de Ferrari en 1975, la atención de la pretemporada se centraba en quién les podría hacer frente. Con una parrilla en la que sólo otro campeón del mundo acompañaba al austriaco, otros pilotos tenían que dar un paso al frente y demostrar que podían luchar por ganar Grandes Premios y por el título mundial.