Si cualquier GP es interesante, alrededor del GP turco se ha creado una expectación muy grande. Es practicamente donde se va a marcar el derrotero de lo que queda de temporada contando con que todavía no hemos llegado al ecuador de la misma. No queda casi tiempo, salvo debacle monumental a la Renault 1983 por ejemplo, para remontar a Brawn y Button. Máxime porque el piloto británico ya demostró cuando su BAR andaba que era un piloto rocoso y que era muy difícil echarle del podio. Así que no parece suficiente con que un equipo pueda superarles.
Pero el GP turco, con el mejor trazado junto a Malasia que ha salido de la mesa de diseño de Herrman Tilke, supone la prueba de fuego para unos y la presentación para otros de las novedades que les deben permitir, o no, acercarse, y en algún caso superar, a los Brawn.
PERSEGUIDORES
En la ‘pole’ para lanzarse a por los líderes del campeonato están Ferrari y Red Bull. Mónaco arrojó esperanzas pero no es un circuito significativo. Istambul Park puede poner a Ferrari en su sitio y medirá el diseño de Newey en su RB5 y el juego malabar que ha realizado para acoplar el doble difusor. No deja de ser curioso el cambio en el equipo de Maranello. Algo que hay que reconocer es distinto a otras épocas. Cuando Domenicali insinuó que la temporada estaba perdida, Montezemolo les cantó las 40 a todos y les pidió que se pusieran a tope con el nuevo diseño. En otros tiempos los problemas del coche habrían acabado con navajazos para ocupar las plazas de privilegio. Aun así las ha habido pero no al nivel de antaño. Será el nivel de corrección política del siglo XXI.
Detrás se espera la reacción de Toyota tras el desastre del Principado y no sería extraño, además de deseable, volverles a ver muy arriba en la parrilla.
Nico Rosberg, en las quinielas de varios equipos para cambiar de aires, debe dar lo mejor de sí mismo, estará bajo la lupa dado su caracter algo indolente cuando las cosas no van como deberían. Algunas voces dentro de Williams le acusan de no estar forzando la máquina a tope para tener excusas a la hora de dejar el equipo. Excusas que no necesita Alonso. Renault presenta varias innovaciones. A la vista de lo ocurrido el año pasado hay que ser optimistas. Si Renault sigue recortando diferencias con los de arriba Fernando pondrá el resto. Quizá los podios no estén lejos pero están más caros que nunca.
BMW es la gran incognita. Este era el año del asalto al título pero se encuentran peor que en el año de su debut. Willy Rampf, responsable técnico, ha comentado que no ha lugar a tirar la toalla. Que siguen trabajando para poner sus coches arriba en la parrilla y también tienen novedades jugosas en Turquía.
Toro Rosso se beneficiará de las mejoras de Red Bull auque con retraso pero su nivel medio no es malo. Force India sigue lento pero seguro su camino hacia los puntos. Cierto que necesita de cierta dosis de suerte pero están cada vez más cerca de su objetivo.
Por último McLaren. Aunque el mensaje es que no hay que rendirse y demás, la sensación interna es que la temporada está perdida. McLaren en cualquier caso no se puede permitir tirar la toalla y es de esperar ramalazos de calidad que le permitan hacer resultados. El problema sigue siendo que andan muy perdidos.
PUNTO SIN RETORNO
Así que todo indica que el GP turco es un punto sin retorno en la temporada. Si las diferencias con Brawn se ven reducidas a la mínima expresión por dos equipos al menos, tendremos campeonato. Si no, la única opción es que las apreturas económicas del equipo del ingeniero nuclear les lleven a sufrir roturas que le podrían dar algo de emoción a lo que queda de campeonato. Que es mucho.
El foco está puesto, las alarmas encendidas. El precipicio espera para despeñar a muchos equipos. Veremos cuantos se salvan, cuantos tienen cuerda para hacer rappel y bajar controládamente y cuantos se alejan del mismo hacia el camino de la llanura donde manda Brawn.