No puedo entender ciertas actitudes. Ni viniendo de un depravado como Mosley, un desequilibrado Lauda o un resentido Berger. Por dos de ellos siento, a pesar de todo, un gran respeto por lo que fueron. Por el otro mejor me lo callo.
Mosley no ha parado de decir que esperaba que se cayera algún constructor de la F1 pero que le ha sorprendido que haya sido Honda. Añadiendo al delicado momento que vivimos en la categoría más incertidumbre. De un bastardo inglés no se puede esperar nada bueno. De éste especialmente menos.
Por otro lado está Lauda. Sus declaraciones sobre que la retirada de Honda crearían una bola de nieve que se llevaría por delante a algún equipo más tampoco ayudan.
Por último Gerhard Berger, resentido tras irse de la F1 al no querer poner dinero propio en Toro Rosso y vender su parte a Masteschitz, ha declarado que encontrar un patrocinador para un equipo, en alusión a los intentos de Brawn y Fry por salvar el equipo, es posible. Pero que se olviden de encontrar un comprador.
CONTRAPESO
Afortunádamente contra estos agoreros bien o mal intencionados se acoplan los contrapesos. Éstos han llegado en forma de confirmación del compromiso con la F1 por parte de BMW y Mercedes especialmente y de Red Bull. Sobre todo en el caso de Mercedes que ha declarado que la mayoría del dinero que invierte en la F1 viene del patrocinio que recibe.
SITUACIÓN
La situación es delicada y por qué no vamos a verla de una manera positiva. A saber.
Ferrari parece que no se ha visto demasiado afectada por la drástica reducción de ventas.
McLaren también reconoce tener una situación más que desahogada.
Renault no tiene intereses en Estados Unidos y se ve favorecida por la ayudas del Gobierno francés a la industria de la automoción.
BMW, a pesar de los problemas que puede tener con Credit Suisse, también parece que tiene músculo para aguantar el tirón. Aunque 5.000 puestos de trabajo en una factoría de Leipzig están en el aire.
Red Bull ha vendido más latas que nunca. Eso sí, ha reducido costes alrededor de la F1 pero los beneficios de correr dos equipos casi por el precio de uno y pico son enormes. Además el propio Mateschitz ha asegurado la continuidad de los dos equipos.
Williams está en la F1 porque es donde pertenecen. No están a expensas de una decisión política, Honda, o de marketing, Red Bull por ejemplo. Tendrá más o menos problemas para encontrar patrocinadores y dispondrán de más o menos dinero. Pero salvo catástrofe seguirán.
Force India. Aquí depende de la paciencia de Mallya. Pero al menos otro año está asegurado y diría que como mínimo hasta que se realice el primer GP en India en 2010 o 2011.
Así que ante los agoreros oponemos esperanza. Además hay un rumor que apunta a que el grupo PSA podría estar sopesando comprar la estructura de Honda. Peugeot ya estuvo en la F1 y con el abandono de Audi de la resistencia, excepto Le Mans, puede no tener sentido seguir en ella sin nadie con quien luchar. El otro posible comprador es el sempiterno David Richards. Aquí echaremos un jarro de agua fría ante uno de los mayores vendedores de humo del automovilismo. La tercera opción de compra de Honda permanece anónima. El sentido común indica que un equipo con el diseño hecho por Ross Brawn debe ser más que atractivo. Y espero que así sea.
