¡Qué irrealidad! Había pasado de un estado casi catatónico a sentirse como despierto. Le apabullaban en las ruedas de prensa donde antes pasaba desapercibido. Se pasaba jornadas, que le parecían interminables, junto a su ídolo flotando sobre pistas de karts. Todo tan irreal. ¿Cómo voy a ser yo? Es imposible.
El sueño pasó a ser más agitado. El calor de la costa mediterránea hacía sus estragos y se sintió despertar. Pero cuando se le apareció su roja máquina se puso a jugar con ella. Se divertía con las frenadas, jugaba con las aceleraciones, se sentía mecido por las bocinas de sus ‘tifossi’. Volaba por el pit-lane y volvía a caer en esa fase onírica en la que no se recuerda nada.
Seguía jugando con su monoplaza. Sólo quería verse sentado en él. Se le cruzaban malos sueños en los que no era capaz de escapar de la última plaza de la clasificación o no podía evitar a los periodistas pérfidos que le preguntaban sobre no se qué de una mala actuación. De repente volvía a volar sobre algún valle ajeno a su sueño. Meciéndose en la brisa le pasaban pájaros de todos los colores. Intentaba seguirlos pero no podía.
De nuevo se le aparecía su monoplaza y giraba y giraba. Paraba en boxes para volver a volar ahora sobre una playa de aguas cristalinas. Unos segundos eternos flotando en el aíre para de repente ser lanzado de nuevo a la misma pista. Se sentía buceando en esas aguas mientras un pez payaso le adelantaba nadando por la izquierda. Más tarde se dejaba llevar por la inercia de una montaña rusa cruzando su monoplaza en la pista. ¿Por qué no había seguido flotando?
Como en los finales de los sueños, cerca del momento de despertar, fue más consciente del mismo. Sintió el coche más, mejoró sus tiempos, se sintió orgulloso y, de repente, se acabó. Había seguido flotando mecido de nuevo por el bullicio hasta que un brusco ruido le despertó y le devolvió a la realidad. Se había convertido en cazador y había disparado a uno de los pájaros que a los que no había podido seguir por los valles. Miro a su alrededor y vio un número enormes de caras que miraban a su casco desnudo. Unas con asombro, otras se reían, algunas mostraban decepción, las más resignación y pena. Ya no flotaba. Quería seguir girando y bajando tiempos. Pero allí estaba, sentado en un monoplaza que no era el suyo, rodeado de otros monoplazas que le impedían escapar. Delante de él el pájaro herido al que había disparado. Estaba despierto, en el parque cerrado y el mundo se le vino encima. No había pájaros, ni peces payaso, ni aguas cristalinas ni valles profundos.
Jamas una pesadilla fue más sueño.
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SOÑANDO
Lunes, Agosto 24th, 2009DE LA PESADILLA…
Sábado, Marzo 14th, 2009…AL NUEVO SUEÑO
Hace seis años que comenzó una aventura que se plasmó medio año después en el número 1 de una revista de F1. Grand Prix.
La oportunidad de trabajar en tu pasión es algo inenarrable. Y la posibilidad de transmitir tu pasión, un privilegio.
Y eso es lo que permitieron, hace ya esos seis años, Manuel y Jacobo Vega. Almas mater de la idea de hacer una revista de F1 que caló en el público.
LLegaron los títulos de Alonso y se creció. Pero una lacra deplorable e ignorante acompañaba a la revista. Los dueños mayoritarios no tienen más que codicia, usurería y despotismo.
Trataron a la revista como un juguete y cuando decidieron que se les había roto la dejarón morir con total impunidad.
Nuestro sueño, que debería haber sido el suyo también y nunca lo fue, se fue haciendo agitado. Tanto, que ha terminado por convertirse en una pesadilla.
Después de jugar con todos nosotros desde el final de temporada con engaños, falsas promesas y de no pagarnos lo que nos deben hemos dicho basta.
Y hemos dicho basta todo el equipo a la vez. El Director Manuel Vega. Artífice de la idea y verdadero ingeniero de todo esto. Jacobo Vega que es su mano derecha, nuestro compañero en las carreras y la parte apasionada que hace balanza con la reflexiva de Manuel.
David Plaza, compañero del día a día, del codo con codo cada fin de semana de GP.
De José Manuel Díez. Nuestro compañero en la parte redactora más reciente y un descubrimiento fabuloso.
Todo el equipo de maquetación con Gonzalo al frente junto a Joaquín ‘Quinín’ y Jorge.
Y a los colaboradores que sigue con nosotros, Carlos Castellá, Carlos Miquel, José Ramón Galan, Víctor Seara, Enrique Scalabroni y Baylos.
La parte comercial, con el respetado Eloy Chaves, también ha decidido seguir al lado de Manuel Vega.
Creo que si todo un equipo en bloque toma una decisión así es una garantía de continuidad. Y esa garantía la podéis tener.
Todo este equipo, con el apoyo en la distancia de los que ya no está con nosotros, Carlos Flores, Iñaki, Michu, Cristina, Sara, pero que fueron parte importante en su momento hemos dado el paso adelante y hemos reconvertido la pesadilla en el sueño que nunca debió de dejar de ser.
¿Os gusta la idea? Pues si os atrae y queréis encontraréis una nueva revista más fresca, más libre lejos de la opresión a la que nos tenían atados en la anterior. Pero con el mismo espíritu, eso no se puede matar aunque no te paguen, y más fuerza si cabe.
En breve os daremos más detalles de cómo y cuando, el por qué ya lo sabéis. Es doloroso. No cobrar por tu trabajo es terrible, pero perder tu sueño lo es más. Hoy hemos conseguido todos recuperar ese sueño.
Perdonad por no haber sido más explícitos en los últimos tiempos con vuestras inquietudes. Espero que sepáis perdonarnos, entendernos y que sigáis estando ahí enfrente de las páginas que seguirán destilando pasión.
La pesadilla ha muerto, ¡Viva el sueño!