EL RENACIDO
Thierry Neuville llegaba a Cerdeña fuera de los nominados por el equipo Hyundai para puntuar. A pesar de los problemas en Portugal, se reencontró un poco consigo mismo. Dado casi por acabado, renació en Cerdeña con un dominio machacón.
Está el mundial curioso. Cierto que artificialmente. La norma que obliga al líder a abrir pista las dos primeras etapas de los rallyes, es un handicap enorme. Una penalización excesiva. Agravada además por la brevedad de las etapas dominicales. Así, Ogier en este caso, no tiene la más mínima opción de remontada el domingo. Hay voces a favor como la de Jarno Mahonen, responsable de rallyes de la FIA, que se ampara en la jornada final de Argentina. Otras en contra como la de Loeb, que considera injusto y que es como hacer correr al campeón de los 100 metros por la hierba.
¿Quita esto mérito a las dos victorias de Hyundai y a la de Citroen? No. Pero sin duda que el resultado podría haber sido otro.
SIN CONTROL
La prueba sarda comenzó sin control. En los primeros cuatro tramos del viernes el liderato no aguantó más de un tramo en las mismas manos. Pero en cuanto Neuville se puso líder en el 5°, nadie pudo desbancarle. Favorecido, también, por su posición de salida retrasada, el belga encadenó un segundo bucle de viernes y un primero del sábado de altura. Sus rivales eran los VW. Pero Ogier y Mikkelsen sufrían los rigores de abrir pista y sólo Latvala le seguía el paso. Monte Lerno fue un infierno donde terminó de cimentar la Victoria. Si en el primer tramo del domingo Jari Matti lo intrntó, allí estaba Neuville para meterle dos segundo más y cerrar la lucha.
OSTBERG
Otro renacido en Cerdeña fue Mads Ostberg. El noruego llevaba un año muy flojo. Sin brillar y fuera de ritmo. Unos problemas al reducir con su cambio, le habían quitado confianza en las frenadas. Tras trabajar sus ingenieros y proveer en una prueba en su Noruega natal de un nuevo cambio a Mads, éste se mostró encantado. Sus tiempos estuvieron desde el principio arriba y luchó por la 3ª plaza hasta que un toque y una rotura le obligaron a abandonar tras 20 rallyes consecutivos puntuando. Curiosa paradoja.
Mikkelsen, luchando por el último escalón del podio, se encontró una piedra que le rompió la suspensión obligándole a abandonar. Estos dos abandonaos propiciaron la cuarta plaza Sordo. Sin meterse en problemas y sin forzar rodó en sexta plaza casi todo el rallye. Con destellos pero poco más. Su prudencia le reportó otra medalla de chocolate y la segunda plaza en el campeonato.
Claro que peor le fue al hace dos día nuevo futuro campeón Paddon. El kiwi cometió un error en una zona de asfalto y se salió, bien por una mala nota o un despiste, reventando la trasera de su I20 que los mecánicos de la casa coreana habían montado con tanta diligencia. Dos rallyes, dos ceros.
Se dejó ver Kevin Abbring, marcando scratch incluso. Claro que lo pagó en forma de problemas mecánicos tras la paliza que le dio a su coche.
A destacar Eric Camilli. El francés está cogiendo confianza y cada vez aparece más veces en las posiciones de arriba d pe los tramos. También ayudado por su posición de salida retrasada. Pero los resultados van llegando aunque ahora tiene dos prueba de fuego de órdago. Polonia y Finlandia.
Cuatro rallyes lleva Ogier sin ganar y sin embargo aumenta su ventaja, rallye tras rallye, en la general del mundial. A pesar de la norma sigue su dominio en un campeonato que controla pero en el que no le dejan controlar los rallyes.
Paddon ganó en Argentina, Meeke sumó su 2ª victoria en Portugal como Neuville en Cerdeña. ¿Ocasión para Sordo en Cerdeña? Quizá. Sin la presión de puntuar y en un rallye rápido, tiene mucho a favor. Sería otro renacido.
EL RENACIDO
Thierry Neuville llegaba a Cerdeña fuera de los nominados por el equipo Hyundai para puntuar. A pesar de los problemas en Portugal, se reencontró un poco consigo mismo. Dado casi por acabado, renació en Cerdeña con un dominio machacón.