¿IGUAL AL RB5?
Quedaba pasar revista al STR4 que a priori era el monoplaza menos interesante de toda la parrilla. Su paralelismo con el Red Bull es muy grande por fuera, la presencia de Red Bull es mayor, pero no lo es tanto por dentro. Sobre todo en la parte trasera del monoplaza. Allí en vez de un motor Renault está alojado un propulsor Ferrari con todo lo que ello implica.
Como decíamos el coche visto de frente no presenta cambios respecto al RB5 más allá de la diferente decoración.
La presencia del motor Ferrari ha obligado a cambiar el sistema de alimentación, de refrigeración y de lubricación. Además del embrague, la parte hidraúlica y la electrónica. El trabajo viene después. Una vez decidido no usar el KERS en las primeras carreras el equipo podrá jugar con los lastres y preparar incluso alguna modificación en Faenza.
De momento el STR4 no montará la aleta del capó motor hasta el alerón trasero. No parece que con la salida de los escapes del Ferrari sea beneficioso.
En cualquier caso las diferencias con el RB5 se irán haciendo más notorias a medida que pasen los días. Pero de momento son muy pocas y practicamente inapreciables.
En algo que tendrán que trabajar mucho en Toro Rosso es en la degradación de las ruedas traseras. Un problema más que preocupante. El coche se mueve mucho más que el Red Bull y ese castigo es excesivo para las Bridgestone. Curar ese vicio es la prioridad del equipo.