Sigo el Mundial de motos desde principio de los 80. Disfruté con los útimos triunfos de Nieto y enlacé con la era dorada española. Conozco a varios muy buenos aficionados con los que intercambio opiniones a menudo. Ultimamente andan preocupados, más de lo normal, por la actitud de los equipos de MotoGp. La búsqueda del poderoso caballero puede cambiar las cosas en el Mundial. Ya hace tiempo que las categorías pequeñas, digamos que, incomodan a MotoGP. En la búsqueda de soluciones para mejorar la salud económica se propuso un paddock separado para la categoría reina. No se si sería acertado. Es un poco aquello del huevo y la gallina. ¿Los grandes patrocinadores están porque ya hay una base creada por los pequeños o es al revés?
Cada uno, MotoGP y el resto, tiene sus armas. Si Honda y Yamaha dejan de apoyar a las categorías menores, estás verían reducido su número de motos a la mitad.
Pero hay una persona en estas categorías, Giampiero Sacchi, que lleva Aprilia, Gilera y Derbi. Eso supone 58 de 80 motos entre ambas categorías. Si en MotoGP se toma una decisión que considere contraria a sus intereses bien podría irse al mundial de Superbikes donde le acogerían con los brazos abiertos. Me cuentan por un lado y leo por otro que Dorna tendría un grave problema. Las categorías pequeñas no se han quejado. Tienen sus patrocinadores y dan espectáculo.
La clave del circo de las motos son sus tres carreras. Por eso paga la gente, ni más ni menos. Sobre todo cuando no siempre MotoGP es la categoría más espectacular.
Esperemos que el dinero no ciegue a los que deciden y que sean capaces de ver el bosque y no sólo un par de árboles. Hay mucho en juego.