Massa ha ganado controlando a Raikkonen. Pero a mi no me ha dado confianza en ningún momento de la carrera. La verdad es que Massa no me da confianza nunca.
Una pena la salida de Kubica al quedarse patinando un poco.
Pero lo más increible de hoy ha sido lo que ha pasado con Hamilton y sus palmeros. El peligro público de la pista. Recordemos que ya sembraba el pánico en las parrillas de GP2. Como un nuevo Cromwell era más temido que un nublado. Trompeaba, echaba a gente fuera y luego a remontar. Eso sí, con un cohete como era el ART.
A final de recta Hamilton le ha tocado levemente en la frenada. Para poco después subírsele a la chepa con alevosía. No ha hecho la más mínima intención de levantar ni de esquivar el toque. Algo falla en la cabeza de este individuo. Si no tiene reflejos para evitar ese choque, miedo me da.
Inmediatamente Martin Brundle, para lo que has quedado majete, se ha puesto a reclamar a voces la telemetría del coche de Fernando. Es posible que para pasársela a Hamilton a ver si sigue aprendiendo. Porque se le ve un poco perdido. Vamos, que Martin poco más o menos que ha venido a decir que Alonso lo ha hecho adrede.
Espero que Brundle pida disculpas con la misma vehemencia que ha pedido la telemetría a Renault públicamente. Claro que estará más ocupado mendigando un puesto en la BBC tras perder la ITV los derechos de las retransmisiones de la F1 para Gran Bretaña. Los jueguecitos sexuales de Mosley no van a ser nada con los que va a tener que hacer el palmero éste.
Y así se fue Bahrein. Espero que ‘Cromwell’ Hamilton nos siga dando tardes de gloria y podamos seguir riéndonos sin parar como estamos desde Brasil. ¡Qué espabilado!
Y encima hay que andar con cuidado con lo que se dice del poco listo este no te tachen de racista.