Todo sigue adelante en el camino hacia el primer, y esperadísimo como nunca, primer GP de la temporada en Australia.
Entre la monumental ‘cagada’ de la FIA viéndose obligada a echarse atrás. La concesión a los pilotos para rebajar las más que abusivas cantidades que pagan por sus licencias. Las amenazas que ha desvelado Ecclestone, dejando en ridículo a Briatore, Dennis y Howett, en la prensa que recibió el mandamás de los dineros en una reunión.
Pero lo que va a marcar el GP desde, muy posiblemente el mismo jueves, es la polémica alrededor de los difusores.
Brawn, Williams y Toyota han hecho un buen uso del reglamento de carrera de pueblo de la FIA y han diseñado unos difusores que los demás equipos tachan de ilegales. Los difusores de estos tres equipos no cumplen con la regla en cuanto a la altura máxima y Williams y Toyota se apoyan en las declaraciones de Mosley el mes pasado y de una aceptación tácita de la legalidad de los mismos por parte de Charlie Whitting en los test de Barcelona. Si lo de Whitting es un precedente peligroso, las declaraciones de Mosley fueron casi demenciales. Justificar su reglamento lamentable diciendo que esos equipos han encontrado una solución muy inteligente y que eso puede provocar una situación de argumentos a favor y en contra es de un una inconsciencia suma. Echando gasolina al fuego.
Así que la cascada de reclamaciones se prevé copiosa. Y no sería raro que el contraataque se centre en las reminiscencias que han quedado de los antiguos aditamentos aerodinámicos.
Os recomiendo éste post en Los Doblados con declaraciones jugosas de Helmut Marko y unos dibujos, creo que esclarecedores, sobre los difusores de los equipos.
Como dije en un post anterior, la pretemporada ha sido maravillosa pero como dice el dicho, llegó alguien y lo jodió. Lo que debería de ser una fiesta del deporte plena de intensidad e incertidumbre, mucho me temo que se pueda ver dirimida en los tribunales varias semanas después de la celebración del GP.
Una de las soluciones que se han barajado es permitir a estos equipos usar sus difusores hasta volver a Europa, la carrera de Barcelona, y allí ya cambiarlos. Esto, que ya ha salido desde el máximo organismo, está reconociendo implícitamente que son ilegales. Huelga decir las dudas más que razonables que hay sobre que el resto de equipos vayan a permitir esa solución chapucera a un problema que la FIA ha creado con su ineptitud, inacción y única ávidez de poder.
La FIA quiere acercar el deporte a los aficionados. La verdad es que se podían haber estado quietecitos. Eso sí, con tanto escándalo no van a faltar primeras planas para la F1. Difuso, muy difuso se presenta el comienzo de temporada. Que triste y que rabia da que todos los mandatarios de la FIA se pavoneen, chupen cámara y micrófono en vez de trabajar en aras de mejorar las cosas. Mal rayo les parta a esa panda de inútiles indeseables. Asquerosos.
P.D. En el blog de MAG tenéis más información clarificadora sobre el problema de los difusores, centrado principalmente en el Brawn, gracias a Exar-Kun.