Llevo mucho tiempo viendo las pintadas en la M-501. Utilizó mucho esa carretera por cuestiones familiares y desde que se presentó el proyecto de desdoblamiento se ha asistido a un gran espectáculo ecologista.
Apariciones de supuestas deposiciones de lince. Pintadas por doquier denunciando corrupciones en todos los pueblos de la zona. Presentación de alegaciones por parte de políticos palmeros. En fin, un lamentable espectáculo.
Lo de la corrupción es un tema a nivel nacional. Con lo que relacionarlo con el desdoblamiento de una carretera es falaz y vergonzoso, tan vergonzoso como quien lo vocea.
Lo de las pintadas está muy bien. Señales pinturrajeadas que ven oculto su mensaje por grafiteros palurdos. No estaría mal que cayera sobre la espalda de alguno de estos picasso fracasados el peso de alguna de las muertes que hay en la carretera.
Las alegaciones ante el sursum corda, si es preciso, sobre el supuesto valor de los parajes que atraviesa la vía es algo esquizofrénico como paso a explicar.
Los parajes desde Brunete a Chapinería por los que discurre están delimitados por varias fincas. Dichas propiedades, si no me han informado mal, son de generales de tiempos del ‘bajísimo, anteriorísimo, generalísimo’. En ellas el propio dictador ejercía una de sus pasiones, la caza.
Después de remover Roma con Santiago sin éxito. Se unieron con los ecologistas para utilizarlos de brazo ejecutor de sus protestas. El resultado es conocido. Caquitas de lince que parece que fueron traídas de Doñana, fotos de águilas imperiales y mil y un problemas y denuncias contra las máquinas y las obras en un intento desesperado de parar lo inevitable. Curiosos compañeros de cama provoca el dinero.
¡Qué bonito, que desprendido y que amor por la naturaleza!
¡Y una mierda!
Los ecologistas han demostrado ser unos vendidos al mejor postor. Verdaderos mercenarios a los que se la bufa el medio ambiente y los animalitos. Animalitos que son cazados dentro de las fincas de sus mecenas sin que digan ni mu, o mejor miau.
Por si alguien se pregunta por qué saco este tema.
Hoy, a las 12 de la mañana, me he comido un atasco importante en dicha carretera. No es esa la razón. Siempre procuro viajar en horas poco conflictivas para evitar dichos líos. En el atasco pensaba en los animalitos, los muertos- había restos de un accidente reciente- y en las obras. En las cerca de cuatro décadas que llevo circulando en esa carretera, como mucho he visto conejos, de campo, y liebres. En mi vida he visto un puñetero gato, lince o similar. ¡En mi vida! A alguien, ignorante de la situación, le pueden engañar. A mí no. Y como a mí a tantos otros conocedores de la situación.
Pero lo que más me ha enardecido estos días de asueto ha sido lo siguiente. De Cebreros a Robledo de Chavela discurre una carreterita que es muy estrecha hasta la base de seguimiento de la ESA. Bien. Ésta carretera se está ensanchando porque era delicado el cruce entre dos turismos. No hablo si te cruzas con el chulo, normalmente en todoterreno, que no le importa nada ni nadie y no se echa a la derecha el muy hijo de puta, no. De ciertos especimenes mejor ni hablar. Hablo de dos turismos mondos y lirondos. Carretera además rodeada de pinos y muy irregular en su firme por las raíces.
El ensanche lleva consigo la tala de pinos enormes. Debe ser normal y no hay otra manera. Pero ete aquí que no he visto: Ninguna pintada ni cartel haciendo referencia a los pobrecitos linces, que digo yo que habrá dada la cercanía con la M-501. De la que además habrán tenido que huir por las obras. Sólo puedo decir que tampoco he visto un lince por ahí en mi vida, si algún cochino jabalín que días después habrá sido abatido a tiros.
Tampoco he visto ninguna protesta elevada hasta el Tribunal de la Haya por genocidio conífero, no.
Tampoco he visto a ningúno de estos abnegados defensores del medio ambiente o a alguna puta de lujo que los financia encadenados a dichos pinos.
La única razón es que los dueños de esas fincas no han soltado la pasta para que los interesados ecologistas las píen y preparen su espectáculo lamentable y cada día más trasnochado.
Estoy deseando echarme a la cara a uno de ellos en la puerta de las Ventas un día de estos de Feria. Con que gusto le voy a llamar farsante, vendido y caradura. Con que gusto, vive dios.
