
Ferrari ha cometido un agravio comparativo en la manera de comportarse con algunos de sus pilotos. Aunque quizá tenga una explicación.

Ferrari ha cometido un agravio comparativo en la manera de comportarse con algunos de sus pilotos. Aunque quizá tenga una explicación.
Como gritaba el pipero en el fútbol y en los toros:”Hay pipas, caramelos, chocolates, hay copas de cognac”, exhibiendo su producto y llevando de todo, así podemos gritar que en la actualidad también tenemos indeseables de todo pelo y condición.
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