Posts Tagged ‘Boxeo’

JOE LOUIS- MAX SCHMELING

Jueves, Julio 9th, 2015

PROPAGANDA

Joe Louis y Max Schmeling protagonizaron un enfrentamiento que fue más allá del cuadrilátero. Fueron dos combates en unas circunstancias y con un devenir muy distintas.

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EL MÁS GRANDE

Jueves, Octubre 30th, 2014
Hace 40 años tuvo lugar un evento deportivo que aunó todas las características para calificarlo de planetario. Eso que se lleva ahora tanto.
Escucha Alí. Está todo preparado. Aquí en Kinshasa te espera la gloria, la inmortalidad. Te vas a enfrentar al que dicen que es el más fuerte. Quizá, pero tu, Ali, eres el más grande. Y lo tienes que demostrar.
Venga, es hora de sacar partido a todo el entrenamiento, a todas esas horas de sudor. A esas tandas de flexiones interminables. Al dolor intenso, agudo. A los golpes al saco. No te preocupes por el calor. Vamos a pelear de madrugada. Una hora extraña, pero no te preocupes. También lo es para él y para el público que te adora. Ellos estarán ahí como desde que llegaste a Zaire.
Ya llegamos al estadio. ¿Escuchas a la gente? Están deseosos de verte pelear. Pero sobre todo están deseosos de verte ganar. Te adoran. Vas contra el sistema. Te has hecho musulmán, te has negado a ir a Vietnam. Te han quitado tus títulos, que no la gloria, y te han querido enviar a la cárcel. ¡A la cárcel Ali! Y sin embargo, fíjate. Allá en Estados Unidos han programado el combate a la hora más importante del día. Les da igual si para eso son las cuatro de la mañana en Zaire. Quieren verte Ali. Para ello han preparado una red de más de 100 satélites para llegar a todos los rincones. ‘Rumble in the Jungle’ lo han llamado. Hasta el rey de la selva se postrará ante ti cuando consigas el título.
Calienta Alí. Empieza a sudar, a notar como la sangre se acelera por cada una de tus venas. Concéntrate. Pon todos tus músculos en el camino del único objetivo. Ganar. Porque vas a ganar Alí. Ponte el calzón blanco. Pureza, como la de tu boxeo. Ve con Angelo a que te ponga los guantes. Escucha los últimos consejos, mírale. Vamos hacia el ring.
¿Los oyes Alí? ‘Ali Bomaye’. Te piden que le mates. Son tuyos, no puedes defraudarles.
No escuches al árbitro. Ya sabes la cantinela. Mírale a los ojos, que sepa que vas a por él, que sepa que el cinturón va a tener un nuevo dueño.
¡Vamos, al rincón!
Suena la campana, ¡a por él! Pega, pega, lo estás consiguiendo. Mírale, parece que no se inmuta. Ten cuidado, te está cortando el paso para que no puedas escapar a sus golpes. Ha preparado bien la pelea. Tu fama te precede y tus peleas también. Sabe que te mueves mucho y no te lo quiere permitir. Pero no te preocupes. Angelo ya lo tenía previsto.
Vamos, segundo asalto. Ahora hay que sufrir y prepararse para lo que viene. Toca tumbarse en las cuerdas. Lo estás bordando. Te está tirando mil golpes pero practicamente no te hace mella. Él empieza a cansarse y tu ves el fruto de las tandas interminables de abdominales.
¡Díselo! Dile si eso es lo más fuerte que sabe pegar. Venga, que ya van cinco. Y con tus explosivas combinaciones le has marcado la cara. Olvídate de los jueces. Hay que ganar por KO.
Vamos al rincón, venga. No pierdas tiempo. Hay que coger aire. Escucha a la gente, ‘Ali bomaye’. Lo presienten, ya llevamos siete y está agotado. Tu también. Pero recuerda, ‘cuando tu paras de entrenar, yo empiezo’. Corre, vete a por él. No te importe dejar a Angelo con la palabra en la boca. Es el momento de ganar el combate. La gente te va a enardecer, vas a notar cada pelo de cuerpo de punta. La piel de gallina y en cada golpe que le tires vas a notar como todos empujan contigo. ¡Ali bomaye, Ali bomaye, Ali bomaye’.
Díselo Alí, dile que si todo eso es lo que tiene para golpearte. Mírale, tiene la derrota en su cara. No es la cara que destrozó a Frazier en dos asaltos o a Norton. Es una cara incrédula. No tiene más. Te tira más de 100 golpes por asalto y cuatro o cinco tuyos hacen igual daño. Sigue encajando, fíjate, cada vez está más cansado. Para esto entrenaste hasta el límite y algo más. Sal del rincón, vete al otro. Ahora Alí. Le has alcanzado y le has hecho mella. Su guardia ha bajado un poco. Venga que se descubre. Un gancho de izquierda, mira como le cae la guardia, ¡rápido! el directo de derecha y allá va. Mira esos ojos rendidos mientras cae a la lona. El árbitro cuenta, ocho, nueve y él sólo se ha incorporado. El árbitro hace la señal con los brazos de que no puede. ¡Has ganado! No quiere pelear más, está exhausto. Tranquilo, deja que todo llegue. Deja que te feliciten.
‘Ali bomaye’ no se oye otra cosa. El árbitro levanta tu mano. Eres el campeón, estás en la cima del mundo. De ese mundo que te quiso humillar. Alí mátalo, gritaba la gente. Ahí tienes a todos a tus pies, hasta el rey de la jungla se ha postrado. ¿Y sabes por qué Ali? ¿Sabes por qué todos te adoran? Porque eres el más grande.

Hace 40 años tuvo lugar un evento deportivo que aunó todas las características para calificarlo de planetario. Eso que se lleva ahora tanto.

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CARMEN BASILIO

Miércoles, Noviembre 14th, 2012

Carmen Basilio derriba a De Marco en Boston para hacerse con el título Welter.

EL GRANJERO TENAZ
Hace unos días falleció a los 85 años de edad, uno de los boxeadores que más honestamente lucharon y dieron brillo al noble arte de la esquiva. Carmen Basilio. Fue campeón de los Welter y de los Medios.
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EL MEJOR ‘LIBRA POR LIBRA’

Lunes, Abril 13th, 2009

‘SUGAR’ RAY ROBINSON

En pocas disciplinas son las opiniones tan unánimes como en el boxeo y en quien es su monarca indiscutible. Si preguntamos en el fútbol, arde Troya. Lo mismo con la F1. En el boxeo, con tantas categorías, que la casi unanimidad reine es insólito. Pero claro, no hablamos de un cualquiera. Ni siquiera de un boxeador con una buena racha. Hablamos de Walker Smith jr. Por ese nombre casi nadie le conoce. Pero seguro que por ‘Sugar’ Ray Robinson casi todo el mundo ha oído hablar de él. Como ocurre con genios como Pele, Fangio, Nicklaus, Carl Lewis, Merckx, aunque no te guste o conozcas un deporte, esos nombres sobrepasan todas las fronteras. ‘Sugar’ Ray es uno de ellos.

NOMBRE
Nació en 1921 en Black Bottom, Detroit. Sus padres trabajaban día y noche, casi literalmente, para llevar dinero a casa pero el alcoholismo de su padre llevó a la separación de la pareja. Tenía cinco años y se mudó con su madre y sus dos hermanas mayores a Nueva York. Las cosas les fueron mejor y, tanto él, como sus hermanas recibieron clases de baile. Ahí adquirió el joven Walker sus legendarios movimientos de pies. Eso le sirvió para, por unos pocos dólares, bailar en algunos teatros de Broadway en compañía de algunos amigos.
Unos años después la familia se mudaría a Harlem donde Walker tuvo su primera pelea. Después de haber sido retado a una carrera, que ganó, por el chaval más rápido del barrio, éste le pidió la revancha. Walker no se la dio porque argumentó que estaba cansado. Hubo amenazas y al final los puños volaron. El retador acabó sentado en el suelo con la nariz rota.
Warren Jones, compañero de Walker en el colegio, le invitó a conocer el gimnasio de su tío. Tras conocer a George Gainford, que se convertiría en su entrenador para toda su carrera, la vida de Walker cambiaría para siempre.
Gainford organizaba peleas por las noches y, con el consentimiento de su madre y la condición de que no peleara, Walker acompañaba a Warren.
Pero una de las veladas Warren no tenía pesos mosca suficientes y Walker se ofreció para pelear. El problema es que no tenía licencia de aficionado por lo que no podía subir al cuadrilátero. Para esas ocasiones Warren siempre tenía un paquete de licencias en el bolsillo. Escogió una a nombre de Ray Robinson, que se había retirado siete meses antes y que en ese momento trabajaba de camarero. Walker ganó el combate y recibió como premio un reloj de oro. Poco después cambiaba el reloj por diez dólares y el nombre por el de Ray Robinson.

‘SUGAR’
Siguió peleando hasta que expiró la licencia. El día de la renovación mantuvo el nombre. Tanto así que su entrenador le llamaba Robinson. Su carrera subió como la espuma. Ganó los New York Golden Gloves, el premio máximo amateur, y empezó a ser más que conocido. Ese conocimiento trajo aparejado el apodo por el que sería conocido. Peleando con un boxeador canadiense, invicto como él, consiguió el primer KO de su carrera. Un periodista de Waterton, New York, le dijo a George Gainford que tenía un luchador ‘dulce’ (sweet fighter). Una dama que estaba cerca apostilló. ‘Tan dulce como el azúcar’. El periodista en su crónica al día siguiente se refirió a Ray Robinson como ‘Sugar’. Había cambiado su nombre y ya tenía apodo. Quedaba pasar al profesionalismo. Dejaba detrás 85 peleas sin derrotas.

JAKE LAMOTTA
El 4 de octubre de 1940 ‘Sugar’ Ray disputa su primer combate como profesional contra Joe Echevarria en el Madison al que despacho por KO técnico en dos asaltos.  Dos años después, el 2 de octubre de 1942, se enfrentaba por primera vez con su más encarnizado rival. Jake Lamotta. El brutal combate, como todos los que mantuvieron, a diez asaltos le dejó la marca como profesional en 40 victorias por ninguna derrota con 29 KO. Destaca de esa pelea la diferencia de categoría entre uno y otro. Mientras Lamotta era un peso medio, Ray era un Welter. Casi 6 kilos de diferencia para Jake. La revancha significaría la primera derrota de ‘Sugar’ Ray en 41 peleas. El lugar, Detroit. Jake casi sacó a Ray del cuadrilátero en el octavo asalto.

La primera derrota como púgil fue ante Jake Lamotta

De nuevo a finales de 1945 se volvería a encontrar con Lamotta en una de las peleas más duras que se recuerdan en la historia del boxeo.
A finales de 1946 se proclama Campeón del Mundo del peso Welter al vencer a Tommy Bell por decisión unánime tras 15 asaltos. Mantuvo el título durante 5 años hasta 1951 para en éste mismo año proclamarse Campeón del peso Medio.
Lo hizo en la pelea conocida como ‘La Masacre de San Valentín’. De nuevo enfrente Jake Lamotta, Campeón en título. Pero ahora ‘Sugar’ Ray con el peso de la categoría. La paliza que recibió Lamotta es legendaria, tanto como era su mandibula de hierro. Luchando por no caer por KO por su primera vez en su carrera, Lamotta se agarró incluso a los calzones de Ray. En el asalto 13, Lamotta se revolvió sólo para encontrar un diluvio de golpes que hizo que el árbitro parara la pelea.

La Masacre del Día de San Valentín

‘Ray’ Sugar viajó a Europa y cometió la osadía de disputar seis combates en otras tantas semanas. Randy Turpin le birlaría el título en Londres a los puntos tras 15 asaltos.
Dos meses después derrotaría a Turpin por KO ténico en Nueva York.
Intentó incluso el título inferior de los pesados y fue derrotado por el calor. En las planillas de los árbitros, en el momento de abandonar en el penúltimo asalto, Ray iba por delante. Seis meses después se retiró.

CELEBRIDAD
‘Sugar’ Ray Robinson fue una celebridad. La gente pagaba dinero por simplemente verle pasar entre las cuerdas al entrar al ring. Su restaurante era uno de los más concurridos de Nueva York.
Pero el responsable de manejar sus finanzas le hizo un destrozo importante y se vio casi en la bancarrota.
Volvió a pelear en 1955 recuperando el título medio tras noquear a Olson en dos asaltos. Pero en su primera defensa cayó ante Fullmer. No se arredró y en la revancha recuperó el cetro que perdería de  nuevo  con Carmen Basilio. De nuevo repetiría la jugada ganando la revancha y perdiéndolo con Paul Pender. Un Pender que le derrotaría también en la revancha.
Peleó hasta los 44 años y el 10 de noviembre de 1965 tras perder con Joey Archer, se retiró definitivamente
Técnicamente era perfecto, no ha habido jamás un púgil más completo, con la velocidad fulgurante que atesoraba, con dinamita en ambos puños. Era capaz de asestar un KO retrocediendo. Peleaba en todas las distancias y acabó con la siguiente marca, 173 victorias, 19 derrotas y 6 nulos con 108 KO. Está considerado el mejor boxeador de la historia ‘libra por libra’.
El Altzeimer y la diabetes se lo llevaron el 12 de abril de 1989. Mientras pudo no se privó de nada. Recuperó su carrera como bailarín para dar un respiro a sus finanzas. En 1986 apareció por última vez en un acto público como  Padrino de boda. El novio. Jake Lamotta.

LA GRAN ESPERANZA BLANCA

Domingo, Noviembre 9th, 2008


Al principio de temporada haciendo un repaso a los equipos de F1, hice un comentario sobre Alonso denominándole la “Esperanza blanca”. Como hay mucho  indocumentado, yo el primero, imprudente, y con mucha tontería encima con la falacía de lo políticamente correcto, no me faltaron los mail incendiarios, llamándome racista y que poco menos que merecía ser desterrado a Spandau.
Vamos con la ‘Gran Esperanza Blanca’.

Año 1908. Un negro se convierte en el Campeón del Mundo de los Pesos Pesados. Su dominio en una “América Blanca” provocó debates encendidos y graves disturbios. Jack Johnson es uno de los mejores pesos pesados de la historia. Tras ganar el título lo mantuvo durante seis años. Se pasó por el arco del triunfo muchas de las prohibiciones que pesaban sobre los negros. Vivió como quiso y no aceptó nunca nada que no fuera la igualdad. Se convirtió en una amenaza para la sociedad y sentó bases que ayudarían después a mejorar las condiciones de los negros.
Jack era hijo de un antiguo esclavo y creció en condiciones de pobreza en Galveston, Texas. Estuvo poco tiempo en la escuela y pronto se dedicó a los duros trabajos en mercados cargando todo tipo de mercancía.
Su carácter y su técnica la fue puliendo en unas peleas entre negros, luchando de uno en uno, en el que ganaba el último que quedara en pie. Era una manera de ganar algunas monedas. Sólo los mejores conseguían dar un paso más allá.
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PROFESIONAL
Ese paso lo dio Johnson en 1897 ganando por KO a Jim Rocks el día que pasó al profesionalismo. Cuatro años después perdería su primera pelea contra Joe Choynski y a consecuencia de la misma acabaron ambos en la cárcel. Dos años después ganó el titulo, en un decisión dividida, de los pesos pesados para negros. El título lo defendió con éxito cuatro veces en dos años. En 1905 lo perdería en otro combate con decisión dividida.

LA OPORTUNIDAD
A pesar de cumplir con creces los requisitos para luchar por la corona mundial en esos años no se le dio la oportunidad. Simplemente por ser negro. Pero el clamor popular en parte y el pensamiento de que en 1908 ya habría pasado su mejor momento le hicieron lograr la oportunidad. Además el combate se celebró en Australia para evitar problemas con le ley en Estados Unidos. Hacia Sydney navegó Jack Johnson para enfrentarse a Tommy Burns. Se erigió un estadio para la ocasión y ganó por KO técnico en el asalto 14. Se había convertido en el primer Campeón negro de la historia de los pesos pesados.
La sociedad blanca no daba crédito y se sentía ofendida con las declaraciones de Johnson. No aceptaba las diferencias y el tratamiento que se le daba a los negros.

LA GRAN ESPERANZA BLANCA
La búsqueda de un púgil blanco que recuperara el honor que un ‘mono negro’ como se escribía en la Prensa, les había robado en ‘un golpe de suerte’, se convirtió en un caso de vida o muerte. “The Great White Hope”. En todos los sitios se clamaba por ese boxeador que devolviera el orden.
1909, Stanley Ketchel, Campeón de los pesos medios, sube a la máxima categoría para batir a Johnson. Asalto 12, Stanley conecta un golpe que da con Johnson en la lona. La multitud enloquece. Johnson se levanta y con su primer golpe deja KO a Ketchel. Para mayor escarnio, Johnson declaraba tras el combate que había acordado con Ketchel llevar el combate lejos. Y que se sintió traicionado y muy furioso cuando le golpeó.

JESS WILLARD
Tal era la desesperación blanca que convencieron a James Jeffries para que abandonara su retiro y accediera a pelear con un negro. Algo a lo que se había negado siempre. 4 de julio, Reno, Jeffries, tras 6 años de retiro, sube al ring. Las cámaras preparadas. Todo listo para restañar las heridas. Nade de nada. Aquello fue una demolición por parte de Johnson en toda regla. En el asalto 15 llegó el KO. Los negros en varias ciudades del país comenzaron a celebrar la victoria. Hubo muchos disturbios y fallecieron más de 20 personas. Las grabaciones de la pelea jamás se exhibieron.
Como por las buenas no podía ser se buscaron las vueltas por las malas. Estaba casado con una menor blanca, algo que escandalizaba en extremo a la puritana y racista sociedad americana, y fue acusado de sacar del estado a una menor para realizar actos inmorales. Esa menor era su mujer. Para evitar la prisión se marcho a Canadá y de ahí a Europa. En el Viejo Continente defendió su título dos veces en París.
En 1915 y con 37 años accedió a poner su título en juego en La Habana. El rival era Jess Willard. Un gigantón de más de dos metros. 25.000 espectadores se desplazaron para presenciar el combate pactado a 45 asaltos. La pelea fue de Johnson en los primeros 20 asaltos. Pero en el 26 un golpe claro de Willard le mandó a la lona. Jess le dejó hacer todo el trabajo, Johnson era un atacante nato, hasta que le agotó. Además el calor reinante era intenso.


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Siempre hubo sospechas de que se había dejado ganar para volver a Estados Unidos. Eso le había prometido el promotor del combate pero éste no cumplió. Tras 5 años vagando por México y España, Johnson regresó a Estados Unidos. Cumplió una condena de 8 meses, en prisión peleó cinco veces, y siguió boxeando. Con 50 años disputó sus dos últimos combates que perdió.
Con 68 años falleció en un accidente de automóvil. Antes se había divorciado de su mujer y se había casado con otra blanca. En España participó en espectáculos luchando con toros.
Su presencia fue muy incómoda pero aceleró la inevitable igualdad que nunca debió de dejar de existir. Muchos le consideran el más significativo atleta negro de la historia. En el peor de los casos se le puede considerar el pionero que abrió camino y los ojos al resto.

P.D. En su momento el término ‘Esperanza Blanca’ sí tenía connotaciones racistas. Hoy en día, afortunádamente, se usa para calificar a alguien que aparece como alternativa al poder establecido.
La portada de un periódico nacional, no recuerdo cual fue, con la foto de Obama con el pié, “La gran Esperanza Blanca”, lo explica por sí mismo. Simplemente fue grandiosa.