SAINZ-AURIOL-LOEB
TRES VICTORIAS PARA EL RECUERDO
La etapa del sábado se presentaba muy tensa. El viernes Sainz había terminado en cabeza con 16 segundos sobre Ari Vatanen. Seguro que su mayor rival, Kankkunen, se le había quitado de en medio con el cable del acelerador roto. Pero un finlandés corriendo en casa es casi imbatible. Y además estábamos pendientes de un compañero, del que obviaré el nombre, que había pasado la noche en el calabozo por unos problemas al soplar con la policia local.
Desde el comienzo del rallye Sainz se mantuvo en los puestos de cabeza. Kankkunen primero y Ericsson después mandaban en el rallye y en el tercer tramo Sainz se ponía líder. Que alegría pero quedaba mucho. A partir de ahí Kankkunen subió un poco el ritmo y se quedó en solitario en cabeza hasta el problema con el cable.
Por delante el sábado 16 tramos, casi 250 kilómetros cronometrados. Se te caen las lágrimas solo de recordarlo.
La jornada empezaba con Ericsson fuera cuando intentaba apretar a Vatanen en el cuarto tramo. También se quedaron fuera los Mazda de Mikkola y Salonen.
Sainz hizo una etapa casi perfecta ganando nueve tramos, aguantando el envite de Vatanen y distanciandose con una ventaja confortable de cara a la etapa del domingo. Sainz, con cara de dolor tras acabar muchos de los tramos, recibía masajes de su fisio. Se había hecho un esguince en los días previos al rallye que pusieron en duda su participación.
Aquello fue un desgranar tramos sin arriesgar para romper una barrera mítica, casi infranqueable para un no-nórdico. Ganar el 1000 Lagos.
Pocas veces se regresa de un sitio con una sensación tan alucinante.
DIDIER AURIOL
Ganó en 1992. La adaptación del francés a aquella máquina que fue el Integralle de 1992 fue asoombrosa. Ni Kankkunen con la misma montura pudo evitar que Didier hollara el suelo sagrado finlandés y acompañara a Sainz al Olimpo nórdico. Un rallye lluvioso en el ue el francés no dejó que Juha se le acercara. manejando el coche en los embarrados tramos con maestría y quitándose de encima los fantasmas de los años anteriores que le llevaron a cometer errores de bulto.
2008
Dieciseis años después, Sebastien Loeb entra en el club de los elegidos al ganar una de las pocas pruebas que le faltaban. De nuevo batiendo a los finlandeses en casa. Sólo quedó Hirvonen para defender el honor patrio pero, aunque digno sucesor de sus antecesores, le falta un poquito para plantar cara al ‘Canibal’.
Un Loeb que tengo la sensación de que jugó con él todo el rallye. El francés dominó de cabo a rabo y pareció buscar el error del finés para sacar más jugo a su victoria.
El abandono de Latvala le puso las cosas más fáciles. Una piedra no anotada le rompió la suspensión en el tercer tramo y acabó con las esperanzas de Jari Matti.
Sordo hizo un gran rallye hasta que su jefe, Quesnel – que de gestionar sabrá mucho pero lo que es de rallyes, la liturgia y los significados no tiene la más remota idea- decidió que levantara y no luchara con un Atkinson que al final llegó hasta el tercer puesto. Una pena que por tener un inepto como jefe, algo que no es muy raro, pierdas un podio en el 1000 Lagos. Que indignación.
Como indignación me produce Petter Solberg. Ni con el coche viejo, ni con el nuevo, ni co un carrito de helados. Creo que se está comportando deslealmente con la marca que le ha dado todo. Era Hollywood Solberg, ahora ha pasado a ser Bollywood. Una caricatura del que fue, que tampoco es para tanto.
Quizá no le vendría mal un cambio de aire que le diera una nueva motivación. No estaría mal un fichaje por Citroen a cambio de envíar a Sordo a Subaru.
El caso es que son tres los no nórdicos que han ganado tan prestigiosa prueba. Ha sido emocionante e intensa. Con un anticlimax final por la decisión de Citroen de parar a Sordo. Que penita. Y el año que viene no puntua. De verguenza.