NI CHICHA NI LIMONÁ
Williams tuvo ayer una ocasión de oro, otra, para haber logrado una victoria que no paladea desde hace tres años y que no sació la sequía anterior de ocho sin libar las mieles del triunfo.
NI CHICHA NI LIMONÁ
Williams tuvo ayer una ocasión de oro, otra, para haber logrado una victoria que no paladea desde hace tres años y que no sació la sequía anterior de ocho sin libar las mieles del triunfo.