PROYECTO
Fernando Alonso no se cansa de recordar que está embarcado en un proyecto, el de McLaren-Honda, que puede permitirle ser campeón del mundo otra vez. Algo que, no sólo él, está convencido que no podrá lograr en otro equipo salvo en Mercedes.
Alonso lo reitera mucho y otros nos hacemos eco de esas declaraciones e intenciones. Pero parece que mucha gente no quiere verlo. No es menos cierto que cuando se iba apuntando una mejoría de GP en GP, y aun previendo que Canadá sería complicado, la caída en el circuito norteamericano ha sido durísima.
Faltó, salvo las primeras vueltas, un coche que se mantuviera con el resto. Incapaz de luchar con la velocidad punta de sus rivales, fue fácil presa para ellos. No es de extrañar la desobediencia de Alonso a las instrucciones de su equipo de ahorrar combustible. ¿Para qué?, pensaría. De hecho ambos coches acabaron antes de tiempo la carrera. A pesar de los tokens de fiabilidad instalados.
Austria está en el horizonte como una gran amenaza y Gran Bretaña como la gran esperanza. Un chasis practicamente nuevo, morro corto, mejoras. Pero la clave es el motor. Si no tira, si no empuja, no hay nada que hacer. Y en esas están. Cierto es que sin mucho éxito de momento los compañeros japoneses.
GOMAS
Tras quedar bastante claro que el incidente de Mónaco fue en gran parte su culpa, Hamilton, a pesar de todo, recibió su compensación en Canadá. La indignidad de Pirelli y sus, deben ser inexistentes, estándares de calidad hace que haya juegos de gomas defectuosos. Lamentable.
Hasta aquí, vale. Los equipos, no obstante, tienen la capacidad de detectar esos juegos ‘malos’. Por eso cuando no sólo a Rosberg le montan un juego defectuoso en la qualy, que obliga al alemán a cambiar los reglajes del coche, si no que no le dicen nada al respecto, la negligencia es manifiesta. Si ha sido adrede para devolver nada que había que devolver a Hamilton, apaga y vámonos.
INTRATABLE
Y eso que el británico estuvo intratable y no parece que Rosberg le hubiera plantado cara tampoco el sábado como no pudo el domingo. Derrotado de pe a pa, Nico no encontró resquicio para poner en apuros a su compañero y rival, que dio la sensación de jugar al ratón y al gato con él. No he dudado en ningún momento del campeonato que Hamilton y Mercedes iban a arrasar de manera irredenta. Sigo manteniendo que están con el ‘freno’ echado. Que no están desvelando ese potencial brutal que tienen. Y aunque sobre Hamilton si me entró alguna duda sobre cómo podría afectarle lo de Mónaco, en Canadá ha dejado claro que va a seguir con el rodillo.
RESURRECCIÓN
Williams volvió a podio en Canadá. La línea, engañosa, que llevaban esta temporada no parecía que les fuera a dar demasiadas opciones. Pero, veremos si por un día, los Williams fueron más los de 2014 que los de 2015 y Bottas se encaramó en el podio del que no se había bajado Ferrari todavía, recogiendo las migajas que deja Mercedes.
En cualquier caso, Williams está en tercera posición en el campeonato de constructores a pesar de que la sensación, respecto al año pasado, es de que están mucho peor. Por supuesto que la cafrada de Vettel adelantando con bandera roja, ¿para cuando uans sanciones acordes a las infracciones?, ayudó a quitarse un rival, al menos, de los habituales de arriba, pero no es menos cierto que dieron otra sensación y, sobre todo Bottas, estuvo arriba en casi todo momento del finde.
EL RESTO
Respecto al resto de equipos, los no Mercedes, un auténtico calvario. Las rectas de Canadá dejaron muchas verguenzas al aire en los equipos con motor Renault que no pudieron hacer más que luchar entre ellos. Pero hasta para eso el GP fue relativamente soso. Faltó mucho del picante habitual en Canadá y eso no es bueno.
Además urge una reflexión urgente sobre las normas. Sigo pensando que son buenas en base pero que hay que seguir puliendo muchas cosas. Estamos cerca del verano y cualquier decisión sobre ellas tiene que llegar ya. Está claro que los pilotos no pueden estar corriendo y controlando el consumo. Hay que racionalizar todo eso. Intentar que, dentro del ahorro espectacular que se ha conseguido y sin renunciar a él, se ponga una cifra algo más razonable e ir ajustándola con el tiempo. Quizá de entrada ha sido demasiado y hasta la todopoderosa Mercedes a veces indica que tienen problema con el mismo.
Sí, por una vez salió un GP sosito y encima en Canadá. La atención, y la presión, debe de bascular estas dos semanas en buscar soluciones urgentes a los problemasmás acuciantes. Consumo, motores, coches cliente. Y en la manera de implementarlo. Proyecto, vamos.
Como proyecto y previsión debió tener Vettel para con un coche más que superior, intentar pasar a Fernando fuera de las rectas del trazado montrealino. Si cafrada fue lo del sábado, no muy inteligente fue lo del domingo. Porque hasta para adelantar, hay que tener un proyecto.
PROYECTO
Fernando Alonso no se cansa de recordar que está embarcado en un proyecto, el de McLaren-Honda, que puede permitirle ser campeón del mundo otra vez. Algo que, no sólo él, está convencido que no podrá lograr en otro equipo salvo en Mercedes.
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