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” ME SIENTO ENGAÑADO Y TRAICIONADO”

Lunes, Junio 9th, 2008
Este artículo publicado por uno de los más grandes atletas de todos los tiempos, deja con una crudeza extrema bien a las claras el estado del atletismo y del deporte en general por causa del doping. Quien tenga dudas de quien va por delante, si el tramposo o la ley. Creo que Michael Johnson se lo va a dejar muy claro.
ME SIENTO ENGAÑADO Y TRAICIONADO
La semana pasada, mi antiguo compañero de equipo, Antonio Pettigrew, testificó en el juicio por perjurio de Trevor Graham y reconoció que había consumido HCH (hormonas del crecimiento) y EPO (eritropoyetina) entre 1997 y 2001. Me lo comunicaron hace unas semanas, cuando la fiscalía hizo pública la lista de testigos llamados a declarar, junto con lo que se esperaba que cada uno de ellos argumentase.
La noticia de que se esperaba que Antonio declarase haber consumido drogas para mejorar el rendimiento me impactó como ninguna otra historia relacionada con drogas. Durante estos últimos años he oído tantas noticias sobre atletas que no juegan limpio que llega un momento en que ya no me sorprendo.
Pero ésta es diferente… Se trata de alguien a quien yo consideraba mi amigo. Los dos entramos en el mundo de la competición internacional y profesional casi al mismo tiempo y, aunque en ocasiones competíamos el uno contra el otro en la misma prueba, desde el primer momento nos hicimos amigos y nos profesamos un respeto mutuo.
Al haber admitido Antonio que consumió sustancias prohibidas entre 1997 y 2001, es muy probable que se cuestionen tanto los récords obtenidos por Estados Unidos en las pruebas de relevos de 4×400 metros como las medallas conseguidas durante ese periodo de tiempo. Yo competí con Antonio en relevos de 4×400 metros en los Juegos Olímpicos del año 2000 y también establecimos juntos el récord mundial de 4×400 metros en 1998.
La medalla de oro olímpica de 4×400 metros del año 2000 ya se había cuestionado anteriormente, tras la noticia de que otro compañero de equipo, Jerome Young, había dado positivo en un control antidopaje en 1999. Sin embargo, fue exonerado antes de las pruebas de selección para el equipo olímpico de EE UU, del que entró a formar parte. Solamente corrió en la ronda eliminatoria de los relevos en Sidney, pero yo nunca estuve de acuerdo con que se nos retirase la medalla, puesto que habíamos cumplido todas las normas y él había sido exonerado antes de formar parte del equipo olímpico. Por eso dije entonces que no renunciaría a mi medalla.
En aquella época, Antonio y yo hablamos por teléfono del tema en alguna ocasión, de lo terrible que era y de lo injusto que sería que nos retirasen nuestras medallas. Estábamos de acuerdo en que teníamos que luchar por evitarlo. Ahora pienso en aquellas conversaciones y me sorprende que me pudiese hablar sobre esto sabiendo todo el tiempo que era culpable y que, en todo caso, la medalla estaba contaminada.
Desde que comenzaron los escándalos por el uso de sustancias estimulantes, hace unos seis años, yo siempre he defendido este deporte a capa y espada. He señalado que en el mundo del atletismo se controla a los atletas mucho más que en cualquier otro deporte. He hablado de que hay una política de tolerancia cero y de lo injusto que es que, por querer tener un mayor nivel, este mundo se haya convertido en su propia víctima.
He tratado de hacer ver que los propios medios de comunicación, a los que no les importa en absoluto que se haya batido un nuevo récord mundial de los 100 metros, jamás perderían la oportunidad de dar una noticia sobre un atleta de triple salto, prácticamente desconocido, que ha dado positivo en un control. Pero ahora me doy cuenta de lo ingenuo que he sido.
Dije que no me creía la excusa de los atletas que decían verse obligados a consumir sustancias estimulantes porque sus contrincantes también lo hacían. Y sigo sin creérmelo, aunque ahora me doy cuenta de que la mayoría de los atletas que consumían esas sustancias probablemente sabían quién más lo hacía. Puedo entender cómo un atleta llega a pensar que tomar drogas es el único camino para derrotar a otros atletas que también las consumen.
También dije en algún momento que no me creía la excusa de que los entrenadores incitaban a los atletas a consumir sustancias prohibidas y me puse a mí mismo como ejemplo afirmando que, ni durante los cuatro años que competí en la categoría júnior ni durante los 11 años que competí como atleta profesional, nadie me había incitado nunca a consumir sustancias prohibidas. Ahora me doy cuenta de que, al elegir a Clyde Hart (mi entrenador de toda la vida) por su reputación de persona honrada e íntegra, evité involucrarme en el lado sucio y deshonesto del deporte y de que no todos hemos tenido la suerte de tener un entrenador con una reputación, una conciencia y una rectitud moral ejemplares.
Estoy profundamente decepcionado con Antonio y con el mundo del atletismo. Ahora me doy cuenta de que, en este deporte, ha habido un gran número de atletas y entrenadores que han hecho trampas, utilizando atajos, y de que muchos de ellos sabían quiénes más lo estaban haciendo. Sin embargo, no tengo intención alguna de abandonar este deporte ni a las jóvenes promesas del atletismo, entre las que se encuentran Jeremy Wariner, Allyson Felix, Tyson Gay, Christine Ohuruogu, Usain Bolt o Asafa Powell. Yo continuaré apoyándolos, pero la diferencia es que ahora puedo entender de verdad que algunos de sus propios seguidores pueden dudar en hacerlo. No puedo culparlos por ello. Y esto es un enorme problema para el Comité Olímpico Internacional, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo y el mundo del atletismo en general.
Es también una gran responsabilidad para la Agencia Mundial Antidopaje porque muchos de los atletas que ahora han tenido que admitir que usaron sustancias prohibidas nunca han dado positivo.
En cuanto a la medalla de oro que gané conjuntamente con Antonio, Alvin y Calvin Harrison, que han admitido haber consumido drogas o han dado positivo en las pruebas antidopaje desde que ganamos la medalla en el año 2000, estoy seguro de que más de uno querrá que la devolvamos. No sé lo que sucederá con este intento, pero sí sé que la medalla no se ganó limpiamente y que, por lo tanto, está contaminada. Por eso la he retirado del sitio donde guardo mis medallas. No merece estar allí. Y yo tampoco me la merezco.
Por eso, aunque me resulte duro, tengo intención de devolverla al Comité Olímpico Internacional. Ya no la quiero. Me siento engañado, traicionado y defraudado.
mjohnson

APUNTES DE MONTREAL

Lunes, Junio 9th, 2008
Por fin llegó la victoria de Kubica. En el mismo sitio donde se nos heló la sangre el año pasado, ha sumado una victoria histórica para la F1. 24 carreras seguidas llevábamos ganando un Ferrari o un McLaren y BMW ha roto la racha. Ha estado muy bien y no ha cometido el más mínimo error a pesar del estado de la pista. Además Hamilton se lo ha puesto en bandeja.
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No puedo negar que Lewis Hamilton no es el tío que mejor me cae del mundo. Esa sonrisa ‘Profiden’ de niño bueno mientras por la espalda te apuñala sin miramientos. Ese pasteleo de declaraciones. Que si pienso en Senna, que si me he quitado la presión. Me produce rechazo. No lo puedo evitar.
Por eso, cuando pasan cosas como las de hoy, un ataque de risa espontánea se apodera de mí. No lo puedo evitar. Es lo que tiene creerse Mr. Perfecto.
Sigo pensando que le queda mucha cocción para ser Campeón. Y de momento lo sería más por errores o ausencias ajenas que por méritos propios. Mientras no se quite de encima la soberbia y la arrogancia que tiene, muy bien mamada de Dennis y su grupo de corsarios, lo tiene mal, pero que muy mal. Y además nos seguirá alegrando el día con números de circo como el del hoy.
Pero lo de hoy es de traca. Además de que ha vuelto a retratar, por si alguien no lo tuviera claro todavía, a los que mandan en McLaren, porque dirigir, lo que es dirigir, poco. El señor Whitmarsh ha tenido la desfachatez, que menos viniendo de un pirata, de comparar el incidente de Raikkonen con Sutil en Mónaco con el de Hamilton hoy. Se queja el loro del pirata Dennis de que los comisarios han aplicado un distinto rasero al penalizar a Hamilton hoy y no a Raikkonen entonces.
Afortunadamente el habitualmente callado y taciturno Raikkonen se lo ha dejado muy claro y le ha explicado la diferencia. “Todos cometemos errores, como yo en Mónaco. Pero no es lo mismo un error a 200 y pico que embestir a un coche parado en un semáforo en rojo”. Olé Kimi. Más alto ya sabemos que no lo vas a decir, pero más claro es imposible.
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Renault ha cometido un error demencial hoy. Alonso tenía gasolina para 5 ó 6 vueltas más. Las consecuencias del error han quedado claras. No voy a disculpar el error de Fernando. Pero el equipo nunca debió de ponerle en esa situación tan desesperada. A partir de ahora tendrá que estar pendiente de la estrategia de carrera también. Dada la ineptitud supina de Symonds. Por otra parte legendaria ya.
Cuenta Scalabroni en la columna de Grand Prix que cree que el problema de Ferrari es que se acaba la inercia de la era Schumacher-Todt-Brawn. La época dorada ‘rosso’ y que el equipo tiene que hacerse a los nuevos tiempos. Massa ha estado muy bien. Me empieza a ‘preocupar’ el brasileño al que sigo sin ver como Campeón del Mundo, pero que hoy ha completado una gran remontada. Y me preocupa Raikkonen porque ha vuelto a estar ausente.
Del resto y ante la locura de carrera que se ha planteado tras la entrada del Safety, hay varias cosas. Coulthard y su momento adecuado para sumar un podio. Justo cuando se hablaba de que Webber renovaba ya y su futuro era incierto, zas. David se encarama al tercer lugar del podio.

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Toyota ha hecho un negocio en Canadá redondo. Los dos coches en los puntos y arriba. Honda casi lo borda, en la medida de sus posibilidades, con Barrichello. Pero el brasileño ha fallado al final pero ha sumado puntos.
Vettel ha hecho un carrerón desde boxes y Kovalainen ha vuelto a ser el piloto desconocido que no dio la talla al principio en Renault.
Se ha hablado de un trueque Piquet-Coulthard-Vettel de cara a Francia. No le doy mucho crédito pero reseñarlo no está de más. Coulthard iría a Renault, Piquet a Toro Rosso y Vettel a Red Bull.
Yo digo que si fuera a ser así, Alonso presione para irse él a Red Bull. Con el resto que hagan lo que quieran.