Se reunieron Max Mosley, por parte de la FIA, y John Howett junto a Luca Montezemolo, por parte de la FOTA, para estudiar las respectivas propuestas respecto a la reducción de costes en la F1.
Es chocante que lo único que ha trascendido es un escueto comunicado de dos líneas.
Ese es el primer fracaso de la FIA.
Su anuncio durante la semana pasada, previa al GP de China, llegó como un elefante en una cacharrería. Pero lejos de producir una revuelta o una estampida no pasó nada. Los clientes de la cacharrería, la FOTA, se lo tomó con calma, amenazó ’sotto vocce’ y preparó su propio paquete sin hacer ruido. Bien jugado por parte de la FOTA.
Otra buena jugada es el propio comunicado de la reunión en el que dice que la FOTA está trabajando con urgencia en nuevas propuestas. También en que se van a lograr significantes ahorros en 2009 y 2010. De nuevo la FIA poco tiene que decir.
Lo poquito que ha trascendido es:
- los motores deberán durar tres, en vez de dos, carreras.
- el precio de los motores para un cliente no podrá superar los 10 millones de euros.
- queda muy claro que no va a haber motores estándar.
La FOTA va a continuar con sus reuniones en Brasil y uno de los puntos es adoptar un KERS estándar en 2010 0 2011. Nada se ha filtrado sobre si en 2009 se introducirá o no. Ese KERS igual para todos es algo muy lógico. Aunque más podría haberlo sido de haberlo pensado antes. Hay equipos que llevan gastados en su desarrollo alrededor de 50 millones de dólares. Aberrante dentro de la lógica.
Otro punto importante de la reunión es que no han estado todos los equipos. Evitando así las habituales maniobras de la FIA de dividir a los mismos para sacar provecho. El máximo organismo, o bien ha logrado lo que quería que era que hubiera una reacción, o bien se ha visto superado por lal unión de los equipos. No ha podido contar con su fiel aliado Ferrari.
No sé si va siendo el momento de que la FOTA se independice de la FIA. Sobre todo a nivel de reglas. Antes con mucha más libertad de diseño se gastaba muchísimo menos dinero.
La restricción de trabajar en ciertas partes del coche desvió el dinero a otras áreas. El actual modelo tiene que adecuarse a la nueva situación rápidamente. Y aparentemente se está haciendo pero urge que se estandaricen partes del coche cuanto antes.
Hace tiempo pensaba que sería una tragedia si Toyota y Renault, por ejemplo, dejaran la F1. No sólo porque serían dos equipos menos si no porque también dejarían a otros dos equipos sin motores. Quizá podrían seguir vendiendo los propulsores, que no sería mala idea.
Pero a donde quiero ir es a que no pasaría nada. La F1 se adaptaría a la nueva situación.
Lo principal de todo, según mi punto de vista, es devolver el protagonismo al piloto y a los diseñadores. Que volvamos a hablar de carreras y dejemos de hablar de estos temas políticos.
Volvamos a poner frenos de acero. Son más baratos y aumentarían el espectáculo. Además, los frenos de carbono no se pueden utilizar en los coches de calle por lo que no hay razón para seguir usándolos en competición.
Si además se liberan las rígidas normas de diseño de los monoplazas volveríamos a tener una parrilla variada. Cre que eso sería más barato porque no tendrías que buscar una milésima en la configuración actual similar para todos. Sería buscar las diferencias con soluciones frescas. Lo que daría más opciones a los pilotos de brillar.
La F1 está en un momento crítico. Hay que reaccionar con rapidez, sí, pero con mucha cabeza porque la ganancia que se puede sacar de la situación actual es enorme si se dan los pasos correctos.
Sólo hay que mirar al deterioro al que ha llegado MotoGp. Menos peso, más fáciles de pilotar, ayudas electrónicas. Dorna ha perdido el norte.
Esperemos que la FOTA lo encuentre. Y a ser posible con luz y taquígrafos.
