Lo primero de todo es hacer mención a la carrera antológica de Hamilton. No me puedo extender más porque esta semana tengo columna en GPI y versa sobre eso. Ya la colgaré aquí más adelante.
Así que dejando de lado a Hamilton vamos con otras cosas.
Lo primero es el pánico que hay a entrar en boxes. En esta F1 tan robotizada que tenemos cada vez hay menos cintura para reaccionar a las circunstancias. Claro, que para eso queda gente como Ross Brawn que se encarga de seguir sentando cátedra en cuanto tiene ocasión dejando con el culo al aire a sus rivales. Lo que se pierde en una parada, Barrichello ha demostrado que se recuperaba en tres o cuatro vueltas.
Especialmente sangrante es el caso de Ferrari que no ha hecho entrar a Raikkonen, él tampoco ha decidido entrar, y ha perdido al menos la opción de podio.
Unos de los que han vuelto a dejar sus verguenzas al aire, de hecho creo que no se las han tapado en todo el año, han sido los estrategas de Renault. Otra deplorable actuación de ineptos. Alonso debería dar un golpe en la mesa y empezar a tomar decisiones por su cuenta. No tiene nada que perder. Para un año que llueve no se están aprovechando las oportunidades. Muy triste. En descargo de Alonso hay que decir que el piloto no tiene la visión global de las cosas como en el muro. Debe ser que hay sitios en el muro donde no se debe ver un pimiento.
¿Llueve o no Pat?
Volviendo a Ferrari quiero recalcar una afirmación de Enrique Scalabroni en Grand Prix hace un par de carreras o tres. Dijo que a Ferrari se le estaba acabando la inercia de la era dorada Brawn-Todt-Schumacher. Hoy ha quedado claro a todos los niveles. Tanto de dirección de carrera como por los pilotos. Supongo que Luca de Montezemolo se ha atado las manos para no hacer alguna llamada urgente…
Sobre la presencia de Timo Glock en la F1 ya no sé que decir. No puedo explicármelo. Lo de hoy no tiene nombre, como lo de Massa, pero podría tener un pase al tener unas condiciones tan difíciles, como todos. Pero es que Timo comete los mismos errores en seco un fin de semana tras otro. Los errores de Toyota en la elección de la mayoría de sus pilotos han sido grandes. Pero en el caso de Timo es algo más que garrafal.
Poco más en esta rápida reflexión. Como suele ocurrir en estas ocasiones, un compendio de ocasiones perdidas. Webber, Kovalainen, Alonso, Raikkonen, Kubica, que ocasión de liderar el mundial de nuevo se le ha escapado. Una carrera bonita, como casi todas en las que llueve. Una delicia.
Felicidades a Hamilton y ya os colgaré la columna. También pondré algo sobre Wimbledon.