AMBICIÓN
Tras quedar claro que lo de las previsiones no es lo mío, vamos con el GP italiano.
Ambición. Dos maneras distintas de manejarla. Dos finales opuestos.
Uno, Rubens Barrichello. Es su último tren, si es que existe, para intentar conseguir el título mundial. Su carrera ha sido perfecta. Se ha defendido en la salida y ha rodado al límite para maximizar la única parada que iba a hacer. Después de la misma se ha mantenido por delante de Button y se ha mantenido, junto a Jenson, por delante de Hamilton cuando ha hecho la parada. Una carrera muy cercana a la perfección para Barrichello que, además, iba ligéramente más cargado en calificación. Su ambición la ha canalizado perfectamente hasta la meta. Rubens creía desde ayer en la victoria, a pesar de las dudas sobre su caja de cambios, y ha corrido en consonancia.
Dos, Lewis Hamilton. No tiene más tren que coger que el de las victorias pero eso no significa que haya que desdeñar otros resultados. Su carrera ha sido también, casi, perfecta. Ha hecho una buena salida y ha tirado abriendo hueco. Es probable que Raikkonen le haya hecho un favor manteniendo a raya a Sutil que podría haber seguido de cerca al británico. Al igual que el brasileño ha maximizado sus opciones, sus vueltas y, probablemente, no ha podido sacarle más al coche. Su empeño final por cazar a Button o por marcar la vuelta rápida, ya que tenía lejos al británico, no lo ha manejado bien y ha acabado sufriendo un fuerte accidente. Pero al contrario que el brasileño, Hamilton tenía dudas de su estrategia. Quizá eso le ha impedido sacar más tiempo cuando lo necesitaba. La falta de convencimiento. Sí, no tenía nada que perder. Sí, está bien lo de luchar a saco hasta el final. Pero para pasar del tercero al segundo, o en su defecto por marcar la vuelta rápida, no sé. Pero bueno. Así es Hamilton. Para bien y para mal.
Uno, Rubens, ha manejado perfectamente su deseo ardiente. Otro, Hamilton, se ha quemado en él.
RED BULL
Otros que se han quemado, ya sí definitivamente salvo debacle inimaginable, son Red Bull. Sólo les valía quedar por delante de los Brawn, no recortar muchos puntos en el peor de los casos, simplemente quedar por delante. No sólo eso si no que la derrota ha sido de órdago. Un doblete contra un octavo puesto. Sobran las palabras. Los problemas para rodar el viernes por la falta de motores les ha matado.
FISICHELLA Y LIUZZI
Estoy muy de acuerdo en que Fisichella es un piloto de destellos. Destellos que, ya a su edad, son cada vez más espaciados y fugaces. Su momento de gloria lo tuvo en Spa y con el posterior fichaje por Ferrari. ¿Que lo ha hecho mejor que Badoer?, sin duda. Creo que se puede decir, ¡faltaría más! Pero cuando uno ve lo que ha hecho Liuzzi, la ctuación de Fisichella pasa a un plano más que discreto. Tonio lo ha bordado sencillamente, eso sí con un coche que ha volado, y la rotura ha sido pasar del sueño a la pesadilla. Liuzzi estaba inactivo y Fisichella no. Y aunque el Ferrari ha sido superior al Force India gracias a Kimi, lo cierto es que estaban bastante emparejados. Sobresaliente para Liuzzi y suspenso para Fisichella.
ALONSO
El Renault ha demostrado que no tiene velocidad. Pero Alonso sigue erre que erre buscando la victoria. Ha vuelto a salir mal y creo que es claro y diáfano que algo falla en el coche en las salidas. Eso le ha impedido sacar el jugo al KERS. Aun así ha ganado dos plazas en las primeras vueltas y se ha encontrado con la quinta plaza gracias al accidente de Hamilton.
El asturiano sigue con la ambición de ganar. Su deseo ardiente de victoria lo sigue canalizando perfectamente. Renault ha tirado la toalla hace algún tiempo. Pero él seguira con el deseo de la victoria, aunque sea agazapado esperando su oportunidad. Oportunidad que ójala llegue.