Vaya por delante para disipar cualquier duda que Felipe Massa me parece un piloto mediocre. Mediocre quiere decir: buen piloto pero nada más. Sin nada especial, sin ángel. Otra cosa es ángel de la guarda, pero esa es otra historia.
Nunca me impresionó en su primera época y tampoco en la segunda. Está donde está gracias a su manager. Lo cual es un mérito porque supo escoger, pero nada más.
Fue inteligente aliándose con Schumacher para aprender, cosa que hizo al contrario que otro joven rival de él, y el año pasado perdió el título en las primeras carreras del año donde tuvo una actuación más que desastrosa. . En Australia se le rompió el motor y en Malasia se quedó fuera tras un trompo. Luego vendría la infame caza de conejos en Silverstone y otra rotura dolorosísima en Hungría. Nada más.
No cabe duda que estarse jugando el título contra el niñato inglés hizo que una corriente de simpatía, estacional, naciera en muchos. De hecho deseé que ganara el título para que el inglés mordiera el polvo y con él todos los adláteres que, afortunádamente, poblaban McLaren. Simpatía, nada más.
La manera en como se le escapó el título dolió, Cierto que por quien lo ganó más que por que no lo ganara él. Nada más.
El caso es que coincido con mi compañero David Plaza. Es de los pilotos más mejorados desde que llegó a la F1. Pero aun así, nada más.
De sus humos y maneras ya supimos en Alemania en 2007 cuando perdió una carrera ganada ante Alonso, El rifi rafe en la antesala del podio dejó claras las cosas. Manos no muchas, humos todos.
Su accidente unió a todo el mundo. Es como cuando alguien se muere. ‘Qué bueno era’, ‘qué pérdida’ y tonterías de ese calibre que hay que escuchar siempre. Si uno ha sido un desgraciado, cuando te mueres, eras un desgraciado. Pero aquí hasta Jesús Gil era bueno el día que se murió.
Una vez recuperado, parece, no ha hecho más que recordar por activa y por pasiva el incidente de Singapur. Y una vez anunciado el fichaje de Alonso se ha preocupado de hacer declaraciones todos los días de si vuelvo, me hago un chequeo, etc.
Pero ha seguido dándole a la rueda con Singapur. Y claro, tanto rajar, al final la lías. Tanto, que los bomberos de Maranello tuvieron que hacer horas extras para apagar el fuego iniciado por Felipe.
Debe ser una característica, ser lenguaraz, de los brasileños. Porque detrás ha vuelto a venir, ese al que en cualquier pueblo se le consideraría un joputa, Nelson Piquet a decir que Fernando tenía que saber todo.
Y la FIA mirando para otro lado. Porque los propios investigadores del máximo organismo dejaron claro que Alonso no sabía nada. Así que, Felipito, Nelsoncito, dejad de ser unos capullos integrales y demostrad lo que decís. Porque a lo mejor a la FIA se le inflan y os abre un expediente por violar el afamado artículo 151c, aquel del ’sport in disrepture’ más o menos.
Volviendo a Massa. Puede ser una táctica para decir aquí estoy yo. Pero creo que demuestra lo limitado que está de coco. Con todo lo que pasado tiene o tenía una posición privilegiada en el equipo. Lo tenía todo ganado frente a Alonso que tiene que abrirse camino aun.
Pero con las tonterías que anda diciendo y los problemas que le está ocasionando al equipo igual se está cavando su propia tumba.
Alonso ha reaccionado bien, sin entrar en la polémica, disculpando, no dando importancia. Pero Fernando seguro que no olvida estás tocapelotadas y se las guarda por si hay que cortar algún cuello si procede.
Desde luego el ‘muellazo’ parece haber hecho olvidar a Felipe ese dicho del que tanto presumen los ferraristas de pro de que en Ferrari pierden y ganan todos. El odiado, para algunos, parece habérselo grabado a fuego desde el primer momento. Nada más.
