PARAR EL MUNDO
El mundo de la F1 se paró en Suzuka. Y no porque Hamilton
batiera el record de Ayrton Senna, en cuanto a número de
victorias se refiere. Si no porque Fernando Alonso estalló a
través de la radio de su McLaren Honda.
En un país que, a la fuerza ahorcan, se ha acostumbrado a
vivir con los terremotos y de vez en cuando con los tsunamis,
no les pillaría muy de sorpresa lo ocurrido en un punto de su
GP y en las horas posteriores. Pero el propio mundo de la F1
sí se vio sorprendido por los dos fenómenos.
Primero el terremoto que esparció sus temblores por todos los
televisores del mundo. Después el tsunami que arrasó el
paddock y que llevó a todos, como si de un refugio se
tratara, al cobijo de McLaren Honda.
SALIDA
Que el mundo de la F1 está convulso es algo dificilmente
rebatible. Que esas convulsiones no son demasiado evidentes,
también. Hay una guerra, más o menos sorda, entre Red Bull,
Ferrari, Mercedes, Renault, Honda de Don Tancredo, y
Ecclestone que sólo muestra en superficie indicios. Pero que
si cogemos unas gafas de bucear sin más y metemos la cabeza
debajo del agua, estará turbia. Y esas aguas tan revueltas
son provocadas por esas lucha intensa que se está librando en
el fondo.
Pero en Suzuka hubo una carrera. Y esa carrera terminó, que
raro, con doblete de Mercedes. Pero aunque pareciera lo
normal, no fue fácil. Aunque, como clama la marca alemana, no
viéramos mucho de la lucha en cabeza.
Lucha a distancia en algunos casos y cuerpo a cuerpo en
otras. El sábado se empezó a dibujar el resultado. Los
Mercedes dominaron pero no con el piloto que había sido el
más rápido hasta ese momento. Hamilton tiene problemas con
Suzuka y en su primer intento cometió dos errores de bulto.
Cuando se disponía a lanzar su segundo intento, Kvyat
estrelló su Red Bull y la sesión se paró y finalizó. Hago
aquí un inciso para que a quién corresponda, y en en caso de
estos, se permita a los pilotos tener un intento si lo
desean. Más que nada como guiño a los sufridos televidentes
tan maltratados y, ante todos, a los espectadores en el
circuito que sufren las clemencias e inclemencias de la
atmósfera. Perdón. Que les importamos una…eso.
La salida fue muy buena por parte de ambos coches plateados.
Pero Hamilton, dice la marca que porque el motor de Nico
estaba algo alto de temperatura lo que limitó un poco su
potencia, se emparejó a Rosberg en la primera curva. Tenía el
interior para la segunda, que se traza más bien tarde en
muchos casos. Hamilton aguantó por dentro y a la salida de la
misma tenía al menos, o eso parece porque no hay una imagen
clara, medio coche por delante. Siguió la trazada natural y
forzó a Rosberg o a levantar o a irse un poco por fuera.
Maniobra dura pero lícita. Otra cosa es haber estado
emparejados. Ahí habría sido sancionable lo de Lewis. Así
emergía el casi tricampeón, ya ya sé lo de que hasta que no
cae la bandera, camino de las Eses con una ventaja
apreciable. Mientras Rosberg caía hasta la cuarta plaza
detrás de Vettel y Bottas.
DOBLETE
Pasadas pocas vueltas el interés de la carrera se centró en
ver hasta donde sería capaz de recuperar Rosberg. Mejor ritmo
que Vettel y con Bottas, y el conservadurismo de Williams,
por delante parecía factible que Rosberg llegara a la segunda
posición. Y luego a ver.
Pero en Williams pararon pronto para protegerse precisamente
de Rosberg e intentar algo contra Vettel. Se quedaron como
estaban, pero como viene siendo habitual, no perdieron
posición.
A Rosberg su estrategia acoplada sobre la marcha se le
complicaba. Pero un ataque del piloto alemán nada más salir
de boxes, le permitió dos vueltas después pasar a Bottas en
la frenada de la chicane. Si se hubiera quedado enganchado
detrás del Williams se le habría puesto muy difícil.
Mientras Hamilton circulaba sin mayores problemas. Pero al
inicio de su segundo relevo, sus problemas con Suzuka
volvieron a aparecer. Una pasada de frenada le llevó a hacer
un plano en una de sus gomas delanteras. La vibración empezó
a ir a peor y tuvo que adelantar su segunda parada. Tenía
ventaja, importante. Pero esa parada podía dejarle a los pies
de los caballos en caso de un Safety. Rosberg pasó a Vettel
en esa segunda parada aupándose segundo, pero sin opciones
de, ni siquiera, acercarse a Hamilton.
Pero no todo era tensa calma esperando la bandera a cuadros
en Mercedes. Problemas de temperatura en sus coches les
llevaron a adoptar un mapa conservador. La amenaza de un
Safety planeaba en su muro. Seguramente sus corazones se
pararon mientras mantenían el aliento cuando la televsión
pinchaba el tremendo casi trompo de Stevens a la salida de la
130R, muy extraño la verdad. El británico evitaba irse contra
las protecciones y su compañero Rossi le evitaba por los
pelos. Si hubiera salido el Safety, Vettel tenía un juego de
medios nuevo y aún cayendo a la cuarta plaza podría haber
montado un ataque. Pero, aún casi sin verlo, Mercedes sumaba
un doblete más.
TERREMOTO
Cuando Alonso se hartó de defenderse con todo en las curvas,
para ser abrasado en las rectas sin remisión, estalló.
Comparó su motor con el de un GP2. Y la onda expansiva de sus
declaraciones alcanzo cotas muy altas en la escala de
Richter. Quién quiera ser tan ingenuo para pensar que Alonso
no ha soltado alguna cosa gorda por la radio antes, en otras
ocasiones, perfecto. Ítem más. Quién quiera pensar que Alonso
es el único que las ‘pía’ por la radio, pues le felicito por
su vida entre unicornios y arcos iris.
En este caso, que es el nos ocupa, la reacción fue inmediata.
Y al acabar la carrera, el aviso de tsunami llevó a todo el
paddcok a McLaren Honda. Practicamente Hamilton pasó
desapercibido. El ganador de la carrera, batiendo el récord
de Senna, probablemente tenía uno de los más plácidos post
carrera que pueda recordar.
Alonso, Dennis, los responsables de Honda, Button, Boullier,
todas las fuerzas vivas de el equipo británico y su socio
japonés eran casi acosadas. Notad que Alonso en ningún
momento de sus intervenciónes, ni en la radio, ni en las
declaraciones posteriores, dijo nada contra McLaren. Hay que
remarcar esto porque la comprensión lectora y auditiva de
algunos es más que deficiente. Por ejemplo la de Johnny
Herbert que le preguntó a Dennis que: “Cómo le volviste a
fichar sabiendo que es tan conflictivo”. Con dos cojones
Johnny.
Ron Dennis estuvo de diez. Primero intentando apacigüar a las
‘bestias’ diciendo que hablaría con Alonso. Luego remarcando
que Button tenía contrato para el año que viene y tercero, y
soltando un hueso de dimensiones considerables, anunciando un
patrocinador para el equipo.
Cada rato que pasa más ‘compro’ la teoría de que ha sido una
maniobra conjunta de McLaren con sus pilotos contra Honda.
Pero no para humillar a quién paga, si no para obligar a que
haya una reacción. A que, por muy japoneses que seáis, no
pasa nada en pedir ayuda y menos si aceptas la que te quieren
dar. Por cierto los francotiradores de turno, que no han
tardado ni cero coma en tirar contra Alonso, debían estar ya
desesperados. Porque no han dado una. A veces creo que Alonso
en algunas declaraciones, ve sus cuerpos de perros, y que me
perdonen los perros, inmundos tan delgados que les echa un
hueso para que se entretengan.
Si lo que le cuenta Alonso a su ingeniero vale de algo, para que Honda reaccione, bueno será. Tomar lo que dice un piloto por la radio por declaraciones, me parece cuando menos peligroso. La radio en los GP es un elemento, hoy por hoy, atractivo e indispensable. Sería una pena que la perdiéramos por los ineptos de siempre.
TORO ROSSO
Quizá este GP ha sido el peor, o el menos bueno, de Sainz en la temporada. Y eso que se adaptó bien a una pista tan exigente como Suzuka, a pesar de no conocerla. Su error al tocar el bolardo tirandose tarde a la entrada de boxes cuando iba marcando a Maldonado, fue costoso. De haber acabado por delante de Max Vertappen, a hacerlo detrás de él. Le dejó pasar porque era absurdo, con orden o sin orden, debido a la diferencia de gomas. Y remarco lo de que le dejó pasar. No sé si necesita el madrileño algo más, a su prurito le vendría bien, ya que sigue aumentando su valor como piloto en el equipo. Pero ya sabemos como va esto.
Por lo demás, Raikkonen desapareció en carrera (fue otro de los perjudicados el sábado por el accidente de Kvyat). Hulkenberg resucitó y se marcó un GP tremendo. Los Lotus, que andan a ver si les compra Renault (mejor dicho si la FOM le financia la compra a la marca francesa) lograron un gran resultado. Y las cámaras que se centraron en la lucha por las últimas posiciones de los puntos y a veces por el 12º puesto. Mientras un señor rodaba camino de batir a uno de los grandes.
Ni eso interesó demasiado porque el monarca absoluto de la F1 habló. El monarca ninguneado por Ecclestone. Y cuando el mejor habla, el resto calla, escucha y luego se histeriza, algunos. Y mientras el mundo de al F1 se para.
PARAR EL MUNDO
El mundo de la F1 se paró en Suzuka. Y no porque Hamilton batiera igualara el record de Ayrton Senna, en cuanto a número de victorias se refiere. Si no porque Fernando Alonso estalló a través de la radio de su McLaren Honda.
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