Archive for Mayo, 2016

APUNTES DE MÓNACO 2016

Martes, Mayo 31st, 2016
ERA MÍA
Lewis Hamilton consiguió su 2ª victoria en Mónaco, tras una carrera con dos fases muy diferenciadas en las que intervino de todo. Lluvia, Safety, estrategia, errores.
Daniel Ricciardo seguirá rumiando sobre la parada que le costó la victoria en Mónaco. Porque en el Principado no puedes dejar escapar la más mínima opción que tengas de hacerte con el GP. Es tan peculiar esta carrera, que puedes no volver a tener la opción de abrazar la gloria.
El australiano y su equipo siguieron el curso lógico, estratégicamente hablando, de los acontecimientos. Y cuando el Safety se retiró, porque se empezó tras el coche de seguridad (faltaría más), desapareció por las esquinas del trazado a la vista de sus rivales. Cuando la pista empezó a estar bien para intermedios, paró. ¡Sorpresa! Hamilton, decidió seguir exprimiendo sus gomas de agua extrema y se ponía 1º. Era la vuelta 23.
Con el liderato perdido, pero con gomas más adecuadas y sin tráfico, Ricciardo cazó a Hamilton rápidamente. Pero pasar en Mónaco, aún con un coche tan superior el fin de semana como lo ha sido el Red Bull, es tarea ardua.
ERROR
Tras 31 vueltas llevando más que al límite a sus gomas y con Ricciardo esperando detrás, Hamilton paraba. La pista estaba golosa aún. La transición a los slicks no estaba siendo coser y cantar. Hamilton volvía a pista con ultrablandos sólo para sufrir como un perro con una falta de agarre extremo. Por su parte Ricciardo, con la pista libre, planeaba sobre Mónaco. Si nos dijeran que voló de Mirabeau a Tabac habría que creerlo. Y entonces…
Los nuevos boxes que se construyeron en Mónaco, cara al mar y a espaldas de los primigenios, son de dos pisos. Un problema de comunicación entre ambos pisos llevó a que cuando Ricciardo, completamente enchufado tras su vueltón, paraba en su sitio, no había ruedas. Las elegidas estaban atadas en el fondo del box. Si hubieran estado al menos sueltas en torre, podría haber sido todo un par de segundos más rápido. Incluso con 1 le podría haber valido. Baste decir que con una parada normal habría vuelto a pista con 7-8 segundos de ventaja. Desastre. Hamilton estaba por delante, con ultrablandos y luchando por meterlos en cintura. Había esperanza, quizá.
HAMILTON
Hamilton, clavado detrás de Rosberg tras irse el Safety, empezó a desesperarse un poco detrás de Rosberg. El alemán entró en una espiral autodestructiva al no conseguir temperatura en sus gomas, perder a su vez la temperatura de los frenos y vuelta a empezar. Unido a una falta de confianza sorprendente. Sobre todo tras 7 vueltas tras el Safety.
El británico tenía un punto donde intentar adelantar a su compañero cuando una ‘ley’ dentro de Mercedes evitó una maniobra arriesgada. El equipo pidió a Nico elevar el ritmo. En la siguiente vuelta dejaba pasar a Hamilton. Derrota aceptada. Y sería peor.
Era la vuelta 15 y con pista libre Hamilton seguía con los extremos de agua. En Mercedes decidieron comerse el paso por intermedios. Y a fe que les funcionó.
Durante varias vueltas, una vez que ambos estaban con slicks (Hamilton ultrablanda y Ricciardo superblanda) nos brindaron una lucha sin cuartel. Con casi sin diferencias entre compuestos y con el Red Bull mostrando una superioridad grande. Pero pasar en Mónaco es muy complicado. Ricciardo tuvo la oportunidad en la chicane. Hamilton se colaba en la entrada y tenía que saltársela, por poco pero se la salta. Lewis pierde ritmo y Ricciardo se le echa encima. El australiano se abre a la derecha y empieza a emparejar sus ruedas delanteras con las traseras de Hamilton que lucha por lograr tracción. Hamilton es entonces duro, muy duro. Para algunos pasando de duro a cerdo. Ricciardo se ve obligado a levantar porque se queda sin sitio al llegar al guardarail. Y ahí se acabó la carrera. Ricciardo no tuvo ninguna opción más y Hamilton marchó hacia su segunda victoria en Mónaco y encarriló su desafió a Rosberg.
PÉREZ
Todo el mundo se preguntaba cómo llegó Pérez al podio. Primero porque alargó más que sus rivales alrededor su parada a montar intermedios. Lo hizo en la 21, junto a Sainz, mientras sus rivales lo hacían en las vueltas de la adolescencia. A Sainz una tuerca se le puso rebelde. Eso le llevó a perder la posición con el mexicano, Vettel y Hulk. Pérez se colocaba en posición inmejorable y exprimía sus intermedios con confianza. Para Pérez, parar una vuelta antes que sus rivales, le valió para saltar a Rosberg y coclocarse 3º. Posición que no abandonaría.
Esa posición de podio fue reclamada por Sainz y por Hulkenberg. De no ser por la tuerca en la primera parada, Sainz se habría mantenido por delante del mexicano. Hulkenberg se sintió perjudicado cuando el equipo le llamó tan pronto para montar intermedias. Pérez, Sainz, Hulkenberg. Pero queda Alonso.
ALONSO
No parecía haber mucho margen de avance para el asturiano y más saliendo tras el Safety. Un par de plazas a lo sumo. Seguir el guión le mantuvo en la 8ª plaza cuando paró a montar intermedios en la vuelta 14. Pero Alonso fue de los que más aguantó con los intermedios, hasta la vuelta 32, mas que los que tenía alrededor. Esa vuelta extra le permitió pasar a Sainz, Hulkenberg y Rosberg.
Tras las paradas alrededor de la vuelta 30, todo quedó visto para sentencia. El picante lo pusieron varios periodos de Virtual Safety Car, que crearon en los pilotos problemas, más a más blandas llevaran las gomas, muy serios.
Otro picante puso Verstappen. Tras estrellarse el sábado, mientras Ricciardo hacía una pole estratosférica, llegó hasta la 9ª posición. En ese momento la carrera se había estabilizado tras las últimas paradas. A partir de ahí era coger un ritmo, cazar un tren y esperar tu oportunidad. Podría haber acabado 7º, quizá. Y se habría puesto el altavoz y el foco a una gran remontada. Pero con las gomas todavía estirando, se estrello en Massanet. Error grave que se une a que ha tenido más incidentes que el año pasado. Quizá echo de menos a Pujolar para que le pastoreara y controlara.
Luego estuvo Kvyat que preparó una buena con Magnussen. El ruso intentó desdoblarse, lícito, pero el danés opuso resistencia. En ese momento, Danii debió plegar velas y esperar otra oportunidad. Pero no. Ambos se enzarzaron en un cuerpo a cuerpo alucinante que acabó con piezas por la pista y con ambos con los coches tocados. Pequeña me parece la sanción al ruso que parece más que descontrolado.
Y la guinda la pusieron los Sauber. Nasr no podía con Grosjean, mientras Ericsson, con ultrablando como su compañero, había conseguido mejor rendimiento en sus gomas. El equipo pidió al brasileño que dejara pasar a su compañero. Se negó. Ericsson entonces se tiró a cuchillo en la entrada de la Rascasse acabando ambos cruzados en la pista. Nasr no obedeció. Ericsson decidió pasar por lo militar y zas. Es lo que pasa cuando ambos pilotos pagan su asiento. Que la autoridad del equipo sobre los pilotos se diluye.
La decisión de Mercedes de montar ultrablandos, obligó a Red Bull a cambiar de los blandos elegidos para la parada de Ricciardo a los superblandos. Eso provocó el retraso que dejó a Hamilton en cabeza y camino de la victoria. Es mía, grita Hamilton. Era mía, llora Ricciardo.

ERA MÍA

Lewis Hamilton consiguió su 2ª victoria en Mónaco, tras una carrera con dos fases muy diferenciadas en las que intervino de todo. Lluvia, Safety, estrategia, errores.

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COMO CRISTIANO

Domingo, Mayo 29th, 2016
Sin intención de pontificar sobre fútbol, sí me apetece remarcar algunas cosas del partido de ayer. Porque creo que Zidane no se equivocó y además al principio se hizo con la iniciativa. Y, bueno. Once Copas de Europa.
Lo primero es que él Madrí mereció ganar. Punto. Paró el comienzo del Aleti, que tan buenos resultados le dio frente a Barsa y Bayern, con esa tranquilidad exasperante que ha impuesto Zidane. Que igual le vale para remontar un 3-0, que para marcar al City y replegar. En esos primeros minutos fue clave Ramos, luego lo sería todo el partido, sacando el balón sin fallar un pase y apoyándose con Casemiro, que fue creciendo poco a poco hasta parecer Gulliver contra enanos. Eso además permitió que Kroos y Modric se abrieran un poco y desactivaran la presión en el centro del Aleti.
BALE
Hasta ahí se lograba que el balón cruzará el medio campo. Bale solía ser el siguiente pase y avanzaba imparable. Aprovechando el sordo trabajo de Benzema, Bale llevó el peligro en esa primera sección del partido. Hasta el gol. Con continuación suya en una falta que, todavía no tengo claro si la toca, tocó Ramos y para adentro.
No me gustó el Madrí a partir del gol. No quería una repetición del partido contra el City. Un gol, como pasó, te cae en cualquier momento por cualquier cosa. Cierto es que el Aleti adelantó a sus laterales y emergió la figura de un Gabi espectacular en todo. Y mientras Casemiro seguía creciendo. Las subidas de los laterales y esas ayudas de Gabi, pusieron en jaque al Madrí que optó por ajustar lo que podía.
AL PALO
La segunda parte comenzó como acabó la primera. Y llegó el error de un tipo que no debería seguir un día más. Pepe. Pero esa es otra historia pero flaco favor nos hace por todo.
Tras fallar el penalti, llegó un nuevo contratiempo para el Madrí al lesionarse Carbajal. No sé si había entrado ya Carrasco, pero se comió a Danilo con patatas. Otro que tal baila.
Mientras Carrasco se comía esa banda, el Madrí hacía aguas. Y entonces Zidane, sí, ese que no pudo ganar a La Roda con el Castilla, tomó una decisión que no se entendió mucho en ese momento. Isco por Kroos. La entrada del malagueño le dio al Madrí algo que le estaba faltando. Llevar el balón a los tres de arriba. Y de paso, abrir el partido. Y en esa situación estuvo la final. Justo en la jugada en que estuvo el segundo más claramente a mano, en la siguiente empataba el Aleti.
ISCO
Con tres jugadores muerto-cojos, la pinta de la prórroga era la de Lisboa pero en sentido contrario. Y sin embargo tres jugadores mantuvieron al equipo ellos solos. Casemiro cortando, robando y no dejando acercarse al Aleti. Isco conduciendo el balón y manteniéndolo en la zona de peligro. Y Bale, uno de los muerto-cojos, que todavía tenía redaños para efectuar cabalgadas.
Mientras Isco completaba una prórroga excelsa, Casemiro terminaba de completar un partido soberbio, demoledor para el Aleti. Lucas Vázquez le daba al malagueño la ayuda que necesitaba por la banda derecha junto a Danilo, que de interior, al menos, no desentonó.
CRISTIANO
Seguramente no estaba para jugar, no al menos una final. Pero su sola presencia obliga siempre a vigilancia especial. Y sólo por eso ya es decisivo. Que en el 119, un balón perdido dejara un 3 contra 2 y medio del Aleti, supuso una situación crítica sin enmienda. Si embargo Cristiano hostigó, presionó y forzó la pérdida del balón por parte del rival en una situación que amenazaba con ser letal en el lateral del área. Ese detalle fue grandioso, colosal.
Los penaltíes fueron curiosos. Oblak paró todo durante el partido, hasta 13 tiros a puerta (Contra 5 de los atléticos, por aquello de los merecimientos) Pero en la tanda me sorprendió. Un entrenador de porteros me dijo que en una tanda de penaltíes, hay que tirarse en los dos primeros cada uno a un lado. Cada maestrillo tiene su librillo, claro, pero al menos tirarse. Forzar. Keylor se tiró a su izquierda en los 3 primeros. Cuando llegó el turno de Juanfrán, el ‘tico’ se tiró a su derecha. Por allí lo tiró Juanfrán el día que metió a los suyos en cuartos frente al PSV. Keylor apostaba a ese lado y el atlético apuraba y la mandaba al palo. Entonces, contra el PSV, Juanfrán se quitó la camiseta, como Cristiano, gritó desencajado, como Cristiano, y corrió a celebrarlo como su hubiera ganado la Copa de Europa. Como Cristiano. Sólo que Cristiano sí la había ganado.
HALA MADRID
Sin intención de pontificar sobre fútbol, sí me apetece remarcar algunas cosas del partido de ayer. Porque creo que Zidane no se equivocó y además al principio se hizo con la iniciativa. Y, bueno. Once Copas de Europa.
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RALLYE DE PORTUGAL 2016

Martes, Mayo 24th, 2016
Kriss Meeke se hizo con la victoria en Portugal tras dominar el rallye de cabo a rabo. No dio opción en ningún momento a sus rivales que se fueron turnando por días.
Primero fueron Ogier y Sordo quienes le intentaron seguir el ritmo. Pero Meeke, apoyándose en un ritmo demoledor y en su posición retrasada de salida, que le favorecía en ciertos tramos, no les dio opción. Ogier intentaba defenderse e intentaba quedarse a una distancia decente del británico. Sordo completaba una primera etapa maravillosa, que sólo empañaba un pinchazo en el último tramo que le retrasaba un poco. Las expectativas para el resto del rallye eran esperanzadoras a pesar del dominio del de Citroen.
INCENDIO
El tramo 5, la segunda pasada por Ponte de Lima, trajo la polémica al rallye. El interior de una izquierda rápida antes de una derecha algo más lenta, se había deteriorado en la primera pasada. En ese interior había una rodera que lanzaba a los coches al interior. Paddon no pudo evitar tocar el talud una vez lanzado contra él, y cayó por el terraplén. Salida de tramo sin mayor consecuencias, Paddon aprieta el botón verde de ‘OK’ y se disponía a salir del coche junto a Kennard cuando empezaron a salir llamas de la parte trasera y baja de su Hyundai. Tuvieron que salir a toda mecha, Kennard no pudo ni salvar sus notas, y en un santiamén el I20 fue consumido por las llamas. Unos coches detrás venía Tanak. El estonio sufría el mismo contratiempo del ‘kiwi’ y acababa al lado del coche ardiendo. El propio Ott tuvo, manguera en mano, que proteger su Fiesta de las llamas que aún así sufrió daños.
MIKKELSEN
Aparte de Meeke, Mikkelsen fue el otro protagonista del rallye. El noruego se lanzó al ataque la segunda etapa y terminó siendo el más rápido de todos en esa etapa. La más larga y dura. Su remontada, no sólo le llevó a cazar a un Sordo que no pareció el de la primera jornada, si no que le dejó a espaldas de Ogier y con opciones de atacarle en la última jornada.
Todo lo bien que había ido Sordo en la primera etapa, se convirtió en mal en la segunda. Como si el coche no fuera el mismo, o el piloto. Desconcertante. No pudo mantener el ritmo de sus rivales y acabó ya fuera de posiciones de podio. Quizá en VW subieron el ritmo y en el intento de seguirlos fue un poco más descolgado y aparecieron los problemas. Porque si bien la mejora de Hyundai es notoria, no están aún al nivel de VW. Por más que Paddon se hiciera con la victoria argentina.
OGIER
Mikkelsen siguió presionando a Ogier el domingo y éste pareció no presentar batalla. Ciertamente desconocido el francés. Como si no fuera con él con la cosa. Ya le pasó en Argentina. A un excepcional penúltimo tramo, favorecido sí por un Paddon desconcentrado, siguió el último tramo en donde no presentó batalla.
En Portugal pasó lo mismo. En condiciones de igualdad, no pudo con Mikkelsen. No se le puede culpar por querer guardar una segunda y una tercera plazas cuando no hay un rival claro en el mundial, si es que lo tiene.
Porque ahora mismo el francés sale de Portugal con 47 puntos de ventaja y habiendo minimizado los daños, en dos rallyes complicados para abrir pista como Portugal y sobre todo Argentina. Y le queda Cerdeña aunque consiguiera la victoria el año pasado (frente a Paddon precisamente)
Pero Ogier ve que día le gana Paddon que se le quita de enmedio después. Aquí es Meeke el que le bate pero no va a hacer el mundial entero por lo que no es rival. Y le queda Mikkelsen que puede ser su mayor amenaza. Eso es lo que puede espolear al francés. Pero para ese va a tener que cambiar su objetivo.
LATVALA
Porque estos años de atrás, estaba claro que su principal rival por el campeonato era su compañero finlandés. Pero Latvala está absolutamente para los leones. No por conducción, aunque le falta un punto. Si no porque le ha mirado un tuerto. Su fortísimo accidente en Argentina al romperse la suspensión, un ‘Big One’, es de los que dejan secuelas. Ojalá volvamos a ver al Jari Matti que conocemos. Pero a ese punto de confianza que le falta, y que estaba cogiendo con el paso de los tramos en la prueba lusa, se unió una piedra no muy de acuerdo con ello. Rotura de la dirección asistida y calvario para Jari Matti que le dejaba otro rallye sumando calderilla. No hay que obviar el cansancio psicológico, aquel que acabó con Hirvonen como piloto de primer nivel secado por Loeb. Ojalá no, pero me temo que Ogier puede haber ocasionado lo mismo en Latvala.
RESTO
Del resto en una inscripción tan poblada no hay mucho tocar. Excepto Eric Camilli. El francés, que estaba siendo muy criticado, sin darle tiempo a hacerse al WRC y coger confianza, encontró algo en ‘El Cóndor’. Y lo ha empezado a certificar en Portugal. Con una actuación muy sólida y con slgún latigazo que le llevó a entrar entre los 3 primeros en algún tramo.
Del resto. Neuville está en una mala racha como Latvala. Ostberg está en una cuesta abajo preocupante para M-Sport. Aún así te da la seguridad de estar en meta y sumar. Sufrió un problema de transmisión pero no estuvo en la lucha nunca. Y poco más.
Meeke no dio opción y esperemos que Citroen envíe al menos un coche para él a Cerdeña. Si sigue con este ritmo, le VS s poner las cosas muy caras a los VW. Ogier está en el punto de mira. Y él mira y no ve en el objetivo a un rival claro al que batir. Por eso ha centrado el objetivo más aún en el mundial. Eso sí que no ha cambiado.

OBJETIVO

Kris Meeke se hizo con la victoria en Portugal tras dominar el rallye de cabo a rabo. No dio opción en ningún momento a sus rivales, que lo fueron turnando por días.

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APUNTES DE ESPAÑA 2016

Martes, Mayo 17th, 2016

SEIS SEGUNDOS

Impresionante GP de España que tuvo de todo. Accidente, drama, adelantamientos clave, duelo estratégico y, sobre todo, la primera victoria de un ‘mocoso’ que amenaza con dominar la categoría como otros grandes.

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TE ESTABAS DESPIDIENDO

Sábado, Mayo 14th, 2016
despidiendoAsí que te estabas despidiendo. Esos esfuerzos por acercarte a cenar a pesar de que no estabas precisamente en un buen día. Eran por despedirte. Por volver a mirarme cara a cara, con esa sonrisa del que está seguro de lo que dice sin género de duda alguno, y, pausada pero demoledoramente, dejando más que clara tu postura.Qué diferencia de cuando afirmabas a cuando reflexionabas. En la afirmación ya ha quedado claro como eras. Cuando reflexionabas necesitabas algo en las manos. Te valía una servilleta que ibas doblando mientras exponías tus pensamientos. Otras era la cucharilla o un vaso. Y cuando no había utensilios, ibas retorciendo tu cuerpo acercando y alejándote. Y te estabas despidiendo.Valía una mirada, un casi imperceptible gesto para entendernos en cualquier retransmisión. Por cómo nos decíamos las cosas nos quedaba claro a ambos como estaba el otro. Y te estabas despidiendo.Nunca supimos bien dónde nos conocimos. Pero con el tiempo convenimos que Spa había sido un buen sitio para que hubiera sido allí. Por las vacas. ¿Te acuerdas del cacchondeo con las vacas de Spa? Habíamos coincidido sin cruzar palabra muchas veces en los circuitos. Especialmente en Barcelona cuando los test eran cosa de un gato cojo y dos ratones. Pero nunca cruzamos palabra hasta Spa. Más allá de un gesto con la cabeza de hola y adiós. EN Spa que si llueve, que si para. Y tantas veces que nos habíamos cruzado sin decir palabra pues la cercanía nos hizo entablar conversación. A pie de Eau Rouge dónde decías que era el sitio del mundo mejor para sentir lo que era la F1. “¿Te has fijado en las vacas?” Me dijiste. Y sin dejarme contestar, te echaste hacia adelante señalando a varias de ellas con aquella media sonrisa. “No va a llover más”. Supongo que al ver mi cara de sorpresa o vaya usted a saber qué, me explicaste el por qué. “Si la vaca está tumbada es que lloverá, pero si está de pie, no”. Yo asentía mientras me explicabas lo del pelo y la incomodidad del rumiante. No volvimos s coincidir hasta casi 10 años después. Al menos en persona.Cuando Grand Prix International cogió vuelo, insistí en que dos personas tenían que estar escribiendo allí. David Plaza, sí, aquel que con los nervios al conocerte te plantó dos besos en vez de darte la mano. Y tu. Y es que pleitesía, un respeto máximo. Eso te tenemos todos. Porque nadie jamás ha dicho algo malo de ti. Y eso no es por quedar bien y lo que se dice de alguien cuando se va. Bien sabes de que de mí no todos los dirán. Y te estabas despidiendo.A raíz de Grand Prix todo evolucionó a una uña y carne que la distancia, lejos de debilitar, solidificó. De ahí salieron proyectos comunes, Marca TV, Canal +, DTM, WEC. Joder macho. Lo que me enseñaste. Aquel Charly 2 Beer al que amamantaste a tus pechos, se fue moldeando en las retransmisiones con el mejor de los maestros.Cuatro años y medio hace que sabías que te ibas pero nunca dijiste adiós, sólo hasta luego. Tal era la costumbre, que no vimos que te estabas despidiendo.Y te has ido. Y nos quedamos huérfanos. Ya, ya. No es tu culpa. Es nuestra. “Haber aprendido” estarás diciendo. Con ese suave acento catalán tan característico.Ahora ya eres parte de ese Mediterráneo al que tanto venerabas como clave en nuestro mundo. Moral griega, derecho romano y no sé qué más. Has dejado todo atado y bien atado. ¡Cómo te reías cuando llamaba a Franco el Bajísimo! Siempre tan pulcro, recto y perfecto con lo que te proponías. Hasta en la despedida. Porque te estabas despidiendo.Mi última imagen tuya no es del último día, sí del penúltimo. Una calle cualquiera en Barcelona, cogido del brazo de Anna, tu mujer, alejándote paseando hacia casa. Esa imagen es la que me queda. Porque te ibas. Te estabas despidiendo.¿Con quién cambiaré pareceres e historias tantos días para los artículos que escribíamos? ¿Con quién discutiré hasta sacar bandera blanca ante las evidencias que dejaban a Regazzoni al borde del infanticidio?Cuatro años y medio desde que me dijiste que fuera lo que fuese lo que te había llevado al hospital en Valencia, había que seguir adelante. Cuatro años y medio desde aquel fuerte abrazo. Cuatro años y medio de lucha, sí, pero de disfrute, también. Con tus carreras, con tus proyectos, tus cosas. Porque eso y tu familia te han dado mucha vida. Y te estabas despidiendo porque desde primeros de año no hablabas de cosas a futuro.Sigo esperando tu última llamada. Esa que me me dijiste que mañana que hoy ando tocado. Esa en la que seguramente, te habrías despedido. Aunque te estabas despidiendo.Hasta siempre maestro, confidente y ante todo, amigo. Gracias Maese. Nadie como túAsí que te estabas despidiendo. Esos esfuerzos por acercarte a cenar a pesar de que no estabas precisamente en un buen día. Eran por despedirte. Por volver a mirarme cara a cara, con esa sonrisa del que está seguro de lo que dice sin género de duda alguno, y, pausada pero demoledoramente, dejando más que clara tu postura.
Más…Más…Más…Así que te estabas despidiendo. Esos esfuerzos por acercarte a cenar a pesar de que no estabas precisamente en un buen día. Eran por despedirte. Por volver a mirarme cara a cara, con esa sonrisa del que está seguro de lo que dice sin género de duda alguno, y, pausada pero demoledoramente, dejando más que clara tu postura.
Más…
Qué diferencia de cuando afirmabas a cuando reflexionabas. En la afirmación ya ha quedado claro como eras. Cuando reflexionabas necesitabas algo en las manos. Te valía una servilleta que ibas doblando mientras exponías tus pensamientos. Otras era la cucharilla o un vaso. Y cuando no había utensilios, ibas retorciendo tu cuerpo acercando y alejándote. Y te estabas despidiendo.
Valía una mirada, un casi imperceptible gesto para entendernos en cualquier retransmisión. Por cómo nos decíamos las cosas nos quedaba claro a ambos como estaba el otro. Y te estabas despidiendo.
Nunca supimos bien dónde nos conocimos. Cosa rara cuando, cada uno a su manera, teníamos nuestros trucos para recordar las cosas. Pero con el tiempo convenimos que Spa había sido un buen sitio para que hubiera sido allí. Por las vacas. ¿Te acuerdas del cachondeo con las vacas de Spa? Habíamos coincidido sin cruzar palabra muchas veces en los circuitos. Especialmente en Barcelona cuando los test eran cosa de un gato cojo y dos ratones. Pero nunca cruzamos palabra hasta Spa. Más allá de un gesto con la cabeza de hola y adiós. En Spa que si llueve, que si para. Y tantas veces que nos habíamos cruzado sin decir palabra, pues la cercanía nos hizo entablar conversación. A pie de Eau Rouge, dónde decías que era el sitio del mundo mejor para sentir lo que era la F1. “¿Te has fijado en las vacas?” Me dijiste. Y sin dejarme contestar, te echaste hacia adelante señalando a varias de ellas con aquella media sonrisa. “No va a llover más”. Supongo que al ver mi cara de sorpresa o vaya usted a saber qué, me explicaste el por qué. “Si la vaca está tumbada es que lloverá, pero si está de pie, no”. Yo asentía mientras me explicabas lo del pelo y la incomodidad del rumiante. No volvimos s coincidir hasta casi 10 años después. Al menos en persona.
Cuando Grand Prix International cogió vuelo, insistí en que dos personas tenían que estar escribiendo allí. David Plaza y tú. Sí David, aquel que con los nervios al conocerte te plantó dos besos en vez de darte la mano. Y es que pleitesía, un respeto máximo. Eso te tenemos todos. Porque nadie jamás ha dicho algo malo de ti. Y eso no es por quedar bien y lo que se dice de alguien cuando se va. Bien sabes de que de mí no todos los dirán. En tu caso es así. Y te estabas despidiendo.
A raíz de Grand Prix todo evolucionó a una uña y carne que la distancia, lejos de debilitar, solidificó. De ahí salieron proyectos comunes, Marca TV, Canal +, DTM, WEC. Joder macho. Lo que me enseñaste. Aquel Charly 2 Beer al que amamantaste a tus pechos, se fue moldeando en las retransmisiones con el mejor de los maestros.
Cuatro años y medio hace que sabías que te ibas pero nunca dijiste adiós, sólo hasta luego. Tal era la costumbre, que no vimos que te estabas despidiendo.
Y te has ido. Y nos quedamos huérfanos. Ya, ya. No es tu culpa. Es nuestra. “Haber aprendido” estarás diciendo. Con ese suave acento catalán tan característico.
Ahora ya eres parte de ese Mediterráneo al que tanto venerabas como clave en nuestro mundo. Moral griega, derecho romano y no sé qué más. Has dejado todo atado y bien atado. ¡Cómo te reías cuando llamaba a Franco el Bajísimo! Siempre tan pulcro, recto y perfecto con lo que te proponías. Hasta en la despedida. Porque te estabas despidiendo.
Mi última imagen tuya no es del último día, sí del penúltimo. Una calle cualquiera en Barcelona, cogido del brazo de Anna, tu mujer, alejándote paseando hacia casa. Esa imagen es la que me queda. Porque te ibas. Te estabas despidiendo.
¿Con quién cambiaré pareceres e historias tantos días para los artículos que escribíamos? ¿Con quién discutiré hasta sacar bandera blanca ante las evidencias que dejaban a Regazzoni al borde del infanticidio?
Cuatro años y medio desde que me dijiste que fuera lo que fuese lo que te había llevado al hospital en Valencia, había que seguir adelante. Cuatro años y medio desde aquel fuerte abrazo. Cuatro años y medio de lucha, sí, pero de disfrute, también. Con tus carreras, con tus proyectos, tus cosas. Porque eso y tu familia te han dado mucha vida.
Y te estabas despidiendo porque desde primeros de año no hablabas de cosas a futuro.
Sigo esperando tu última llamada. Esa que me me dijiste que mañana que hoy ando tocado. Esa en la que seguramente, te habrías despedido. Aunque ya te estabas despidiendo.
Hasta siempre maestro, confidente y ante todo, amigo. Gracias Maese. Nadie como tú.
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Así que te estabas despidiendo. Esos esfuerzos por acercarte a cenar a pesar de que no estabas precisamente en un buen día. Eran por despedirte. Por volver a mirarme cara a cara, con esa sonrisa del que está seguro de lo que dice sin género de duda alguno, y, pausada pero demoledoramente, dejando más que clara tu postura.
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