SALVAVIDAS
No cabe duda que todo el trabajo de un equipo, queda en manos el domingo de un piloto. Si ese piloto no puede o no sabe capitalizar todo ese esfuerzo, no habrá valido de nada.
No siempre se trata de ganar. El esfuerzo de Caterham o de Marussia se centra en batir a su rival por evitar ser el ‘porras’. En la parte media ese esfuerzo busca dar la campanada y sacar la cabeza entre tanta igualdad. Por arriba el sueño es el del campeonato o de mejorar la plaza del año anterior si no te llamas Ferrari, Mercedes, McLaren o Red Bull.
Así un error imperdonable, absurdo y lamentable de un comisario local (faltaría más verdad FIA), le costó a Kobayashi y Caterham, haber acabado por delante del Marussia de Bianchi. Los problemas de Vettel o Raikkonen ponen el foco en sus equipos y en lo que sí son capaces de hacer sus compañeros de escuadra.
Luego está la parte interna en los equipos, la gestión, el marketing, etc. Y en esa parcela ha habido varios movimientos que tienen su esfuerzo y que buscan al fin y al cabo lo mismo. Resultados.
La caída de Domenicali era esperada. Desde que Montezemolo, lamentablemente, abandonó el circuito de Sakhir se barruntaba que algo tenía que pasar. Sin dejarse despistar por los comunicados, no me parece mal momento para forzar su salida. Sí, parece que habría sido más lógico que al final de 2013 hubiera dicho adiós con la manita y así haber hecho una transición poco traumática, etc.
Sobre todo cuando todos eran muy amigos y están afectadísimos por su salida. Tanto amigos como enemigos. Los amigos, de los primeros que hay que cuidarse, porque que si su trato humano, su capacidad, bla bla bla. Los enemigos porque han tenido en Ferrari un equipo comprensivo que no ha vetado ninguna de las mejoras, más que discutibles algunas con el reglamento, y que no ha supuesto obstáculo alguno para ellos. ¡Cómo no le iban a querer! Un perfecto Bambi que sin embargo no consiguió lo que necesitaba Ferrari y tampoco batalló en los despachos por proteger a su equipo.
Por todo esto su salida es más que lógica y necesaria. Sobre Matteacci, su sucesor, poco que decir. Su elección ha sorprendido a muchos porque no es un hombre de las carreras. ¿Y? ¿Lo era Briatore? por ejemplo. Creo que se le ha tratado más que despectivamente, el episodio de las gafas es de lo más ruín y zafio que recuerdo, y que no se ha tenido en consideración el más mínimo respeto y el más mínimo margen a que, siquiera, hablara en rueda de prensa.
Su labor es la de organizar. Creo, ojo que es mi opinión, que viene con la guadaña y que va a cambiar de arriba a abajo todo el organigrama. Tiene una gran ventaja que no tenía Domenicali a la hora de hacer grandes cambios. No tiene vínculos con nadie de la fábrica. Eso hará que no le pese tomar decisiones. Lástima que no pueda pasar la guadaña por debajo de los pies de Montezemolo. Un Montezemolo que con este movimiento quema sus opciones.
Por eso, aunque no sea el mejor momento, no es malo haber descabalgado a Domenicali. Cada día que hubiera pasado habría supuesto un retraso en todo lo concerniente a 2015. Porque 2014, tiene muy mala pinta.
HAMILTON
Pensaba, y sigo pensando, que Rosberg tiene ante sí la oportunidad que se le presentó a su padre en 1982. Una ocasión única en su carrera de ganar el mundial. Obviamente tiene ante sí un reto casi insuperable. Lewis Hamilton. Rosberg es líder, sí. Y no se puede obviar que sin el problema del británico en Australia, éste podía llevar cuatro victorias.
Pero no hay que perder de vista las condiciones en las que se ha clasificado hasta ahora los sábados, con lluvia en casi todos los GP. El fin de semana de Rosberg en China ha sido malo. Pero tiene una ventaja, como la tendrá Lewis cuando vengan mal dadas, que es que en un mal GP o en una mala carrera, lo peor que te puede pasar es quedar segundo.
El abandono de Lewis le supone, a pesar de batir 3-1 en victorias a Rosberg, no liderar aún el mundial. Cosa que prodría hacer en España si Nico sigue sin poder batirle. Veremos que pasa cuando, o si, el tiempo se estabiliza qué es capaz de dar de sí Rosberg.
Por otra parte Lewis tuvo una plácida carrera, demasiado. Tanto así que cometió algún error, nada grave, lo que da muestra de la dificultad de mantener la concentración. Error, que justo es decirlo, también cometieron otros.
ALONSO
Es triste, y ya hay una perspectiva amplia, ver que muchas de las más grandes carreras del piloto español sólo han servido para llegar al podio. Es el caso de ayer. Alguna pequeña mejora de software permitía tener esperanza de ser algo más competitivos. Pero el podio seguía pareciendo un puente muy lejano. Es cierto que el resto de equipos Mercedes, aparte del oficial, van teniendo problemas para aguantar el ritmo. Y que son los Red Bull los que se han situado como alternativa, si lejana, a la marca matriz alemana.
Con los problemas de Raikkonen es difícil saber dónde está el Ferrari. Con Alonso estamos acostumbrados a que es capaz de sacar más de lo que tiene el monoplaza. Pero también parece que la posición de Raikkonen no es la que indica su rendimiento.
Las características de China favorecían a Ferrari. Es un circuito que casi no castiga las gomas traseras y eso le viene de cine. Por eso no hay que volverse locos. Hay que ver muy bien los ritmos de carrera de Alonso, los manejos de las gomas en cada momento, para ver lo brillante de su planteamiemto. Sobre todo en el último relevo. Salió comedido, guardando goma mientras Ricciardo le iba cogiendo. Cuando consideró oportuno hacerlo, bajó sus tiempos unas vueltas que cortaron de raiz la remontada del australiano. Luego a dosificar. Cediendo lo justo y buscando algún zarpazo.
VETTEL
No sé si en Ferrari tienen que agradecer a Vettel que aguantara una vuelta o una vuelta y pico a Ricciardo detrás. Creo que Daniel habría llegado un poco más cerca pero sin opciones de pasar a Fernando. Pero es sorprendente `para muchos, para mi no, el problema de Vettel. Un piloto hecho a los difusores soplados y que era capaz de sacarles el máximo partido, se encuentra perdido con el estilo que demandan esta nueva generación de monoplazas. Es curioso, comparando con Raikkonen, que tengan un problema similar. Podríamos decir que Vettel casi no ha conocido otra cosa que los difusores soplados en la F1, mientras Raikkonen sí se las ha visto con otras épocas. Por eso choca más lo del finlandés que lo del alemán. Y no es hacer leña del árbol caído del tetracampeón. Primero porque no creo que esté caído y segundo porque queda mucha temporada. Pero los que siempre pusimos una nota a pie de página con Sebastian: “Hay que verle con otro coche”, no para discutirle sus títulos, indiscutibles, pero sí esa grandeza al nivel de los dioses de F1, pues ahí le tememos. Sufriendo y siendo derrotado por su compañero de equipo.
FERRARI
La llegada de Mateacci como salvavidas a Ferrari deberá, o no, dar sus frutos. Pero de momento, el que saca las castañas del fuego, el que quizá ha prolongado la agonía de Domenicali y del equipo, paradójicamente, es Alonso. Si hay alguna esperanza en 2014, recae exclusivamente sobre la espalda, los pies y las manos de Alonso. Él es el verdadero salvavidas.
SALVAVIDAS
No cabe duda que todo el trabajo de un equipo, queda en manos el domingo de un piloto. Si ese piloto no puede o no sabe capitalizar todo ese esfuerzo, no habrá valido de nada.
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